Pierre Bordry, director de la agencia antidopaje de Francia, confirmó ayer que remitió los datos de dopaje a sus contrapartes austríacos para que notifiquen a Kohl. El austríaco es el cuarto corredor que es sorprendido por consumir CERA, la nueva generación de la EPO.
La sustancia permite la creación de glóbulos rojos y de esta manera se consigue que llegue más oxígeno a los músculos del deportista. Según los expertos, la diferencia entre las dos es que con una menos dosis se consiguen efectos más duraderos.
Kohl quedó tercero en la última ronda gala, detrás del campeón español Carlos Sastre y el australiano Cadel Evans en el segundo podio más reñido en la historia de 105 años de
Unos nuevos métodos de detección de CERA permitieron el descubrimiento de los dopajes del alemán Stefan Schumacher, su compañero en Gerolsteiner, y los italianos Riccardo Ricco y Leonardo Piepoli. Ricco fue suspendido dos años este mes por el Comité Olímpico italiano tras reconocer que se dopó en el Tour.
Kohl se expone a una suspensión de dos años y que le despojen su resultado en el Tour, por lo que el ruso Denis Menchov quedaría como tercero. Bordry explicó que se analizaron las muestras que se le tomaron a Kohl al inicio y durante el Tour, casi que al mismo tiempo que se hizo lo mismo con Ricco, Piepoli y Schumacher.
Bordry declinó adelantar si ya se completaron los análisis de las muestras de los demás ciclistas, con lo que dejó abierta la posibilidad de más positivos.