Simon Spilak es tan talentoso como enigmático. Un caso especial, pues su brillante desempeño en las vueltas de una semana choca con su animadversión a las grandes vueltas, en las que en los últimos cinco años únicamente ha tomado la salida en la edición de 2014 del Tour de Francia. La tensión de las primeras jornadas o el hecho de competir durante tres semanas parecen ser factores que desagradan al esloveno, que sin embargo se ha demostrado desde sus inicios como un gran corredor de rondas de cinco o siete días, especialmente si estas se celebran en territorio suizo: en su palmarés figuran el Tour de Romandía de 2010, carrera en la que además ha sido segundo en 2013, 2014 y 2015; y la edición de 2015 del Tour de Suiza, una prueba que está muy cerca de volver a conquistar después de completar una sensacional exhibición hoy en la etapa reina.
El ascenso al Tiefenbachferner, que precedía a la meta establecida a Solden, a casi 2.800 metros de altitud, ha destrozado sin necesidad de grandes ataques o cambios de ritmo el pelotón. Su dureza, cruel y sostenida, ha obligado a cada ciclista a sobrevivir de forma individual sobre sus rampas para terminar cruzando la meta de uno en uno y con unas diferencias entre sí de una importancia que hacía tiempo que no presenciábamos. Sus 16 kilómetros, de los cuales siete cuentan con una pendiente media superior al 11% y otros cinco se sitúan entre el 8 y el 10%, han destapado desde el inicio que era el día grande de Simon Spilak. Quizá una de las mejores jornadas que jamás haya experimentado sobre la bicicleta, pues la suficiencia con la que ha puesto a trabajar a Rein Taaramae (Katusha), hasta vaciarse, en su beneficio para posteriormente rematar y realizar en solitario los últimos 7 kilómetros de ascensión han sido el reflejo de su enorme fortaleza y superioridad. Ni Caruso (BMC) ni Kruijswijk (LottoNL), y menos aún Domenico Pozzovivo (Ag2r), que ha visto como vestido de amarillo le flaqueaban pronto las fuerzas, han podido seguir el paso del esloveno, que solo ha tenido que zafarse de un sorprendente Joe Dombrowski (Cannondale), eterna promesa incumplida, para poner rumba a la victoria de etapa y, lo que es más importante, a la conquista de la general.
El ciclista del Katusha ha castigado con 2:40 en la línea de meta a Pozzovivo, mientras que Kruijswijk y Caruso, sus dos máximos rivales, han entrado juntos a 1:04. Estas diferencias dejan a Spilak al frente de la general a falta de una jornada de media montaña y la decisiva crono final, en la que no debería tener problemas, con 52 segundos de ventaja con respecto al ciclista del BMC y 1:05 con el del LottoNL-Jumbo. Quién más cerca ha estado hoy en Solden del rendimiento del esloveno ha sido Ion Izagirre, que yendo de menos a más ha protagonizado una gran ascensión y demuestra estar ultimando un interesante estado de forma para afrontar con garantías la próxima edición del Tour de Francia.
En la general, Mikel Nieve es el corredor nacional mejor clasificado, séptimo a 2:54, mientras que Izagirre ocupa ahora la octava plaza a 3:51. Le siguen a 4:07 Marc Soler, noveno, que ha vivido una jornada difícil, y Pello Bilbao, a 4:10, que cierra el Top 10.
Tour de Suiza 2017 – 7ª etapa
- Simon Spilak (Katusha/SLV) 3.58.36
- Ion Izagirre (Bahrain/ESP) 0.22
- Joe Dombrowski (Cannondale/EEUU) 0.36
- Damiano Caruso (BMC/ITA) 1.04
- Steven Kruijswijk (Lotto/HOL) m.t
- Jan Hirt (CCC/RCH) 1.07
- Rein Taaramae (Katusha/EST) 1.33
- Mikel Nieve (Sky/ESP) 1.47
- Rui Costa (UAE/POR) 1.53
- Pello Bilbao (Astana/ESP) 2.40
Tour de Suiza 2017 – Clasificación general
- Simon Spilak (Katusha/SLV) 26.02.16
- Damiano Caruso (BMC/ITA) 0.52
- Steven Kruijswijk (LottoNL/HOL) 1.05
- Domenico Pozzovivo (Ag2r/ITA) 2.28
- Rui Costa (UAE/POR) 2.35
- Mathias Frank (Ag2r/SUI) 2.51
- Mikel Nieve (Sky/ESP) 2.54
- Ion Izagirre (Bahrain/ESP) 3.51
- Marc Soler (Movistar/ESP) 4.07
- Pello Bilbao (Astana/ESP) 4.10