Restaba únicamente un kilómetro y medio para terminar el Grand Prix de Fourmies cuando Pippo Pozzato (Lampre-Merida) se fue al suelo tras realizar un bandazo y chocar con otro de los ciclistas que se había filtrado en un numeroso corte que buscaba el triunfo de etapa. A consecuencia de la caída, la bicicleta del italiano quedó en medio de la carretera mientras el pelotón, que circulaba unos cien metros más atrás, se dirigía a toda velocidad hacía ella.
Una importante montonera parecía inevitable hasta que un valiente espectador, que justo se encontraba a la misma altura donde se produjo el incidente, se lanzó a retirar la bicicleta y consiguió evitar una dura caída. Un héroe anónimo que merece el reconocimiento de toda la comunidad ciclista.