Fotos: Rafa Gómez
Exhibición de Paco Mancebo en la etapa reina de la Vuelta a Asturias. El abulense ha asestado el golpe de delirio a la carrera con una victoria incontestable y colmada de calidad, que le ha aupado hasta el liderato de la clasificación general, del que parecía inamovible el portugués Tiago Machado, pero que queda ahora prácticamente sentenciada a favor del abue del Rock&Racing. Mancebo ha sido el más activo en la parte final de la quinta etapa, junto al asturiano Samuel Sánchez, peleón especialmente en el descenso previo a la subida final al Acebo, pero que no ha podido rematar con victoria su combatividad.
Mucho antes de comenzar la ascensión al Pozo de las Mujeres Muertas, que servía de estela al Connio y al final en el Acebo, prácticamente consecutivos los tres altos, se ha formado la escapada del día. Catorce hombres se han marchado en cabeza. Javi Moreno, que contaba con la compañía de sus compañeros Manuel Calvente, Antonio Piedra y Manuel Ortega, Amets Txurruka, vigilante de la carrera para su líder Samuel Sánchez, Santi Pérez, salvaguardado por Sousa, Héctor González en representación del Fuji-Servetto, Serafín Martínez por el Xacobeo-Galicia, José Herrada, Julián Sánchez Pimienta y Manuel Vázquez por parte de un atento Conténtpolis-Ampo, Cepeda, del Boyacá, Isidro Nnozal y Nuno Ribeiro, que hicieron de puente para Héctor Guerra y el propio Paco Mancebo.
Con el ascenso al segundo puerto de la jornada, el Connio, los fugados contaron con más de tres minutos y medio de ventaja mientras el Madeinox de Tiago Machado se afanaba por reducir las distancias. Con los tiempos estabilizados, Samuel Sánchez, auspiciado por Aitor Hernández buscó sus oportunidades en solitario, al lanzar un ataque en el pelotón que David Herrero dio continuidad mientras, por delante, la fuga se despedazaba gracias al infernal ritmo marcado por Paco Mancebo, entregado en la lucha por la victoria. Samuel Sánchez, despojado ya de David Herrero, se acercó a la cabeza de carrera y probó suerte en el descenso del Connio.
Intento de Samuel Sánchez
El campeón olímpico llegó a gozar de medio minuto de ventaja respecto al pelotón mientras, Mancebo por delante, no desistía y se encargaba de tirar del grupo de fugados con las miras puestas más allá de la victoria de etapa. En las primeras rampas del Acebo, Héctor Guerra provocaba el descalabro de Tiago Machado, al demarrarle con soltura y marcharse en solitario en busca de Samuel Sánchez. El intento de Guerra no quedó en vano, pero la carta que jugó el madrileño no fue la vencedora. Samu y Héctor Guerra fueron neutralizados, mientras, por delante, Javi Moreno intentó sorprender a Mancebo con varios ataques. Anulado, el siguiente en probarlo sería Nuno Ribeiro, que tampoco intranquilizó al del Rock&Racing.
Fue entonces cuando el abulense, sin piedad, se marchó en solitario en busca de la victoria de etapa y de abrir hueco para alzarse con el maillot amarillo. Los últimos seiscientos metros de ascensión los realizó para sí mismo. Cavilando. Sufriendo, como acostumbra. Y entró en meta con el ritual del Rock&Racing, el mismo que tiene su fiesta exhibicionista instalada en tierras asturianas. Con la de Mancebo suman ya tres victorias de etapa, un control exhaustivo de la carrera y el derroche de espectáculo al que ninguna escuadra es capaz de hacer frente. Y el maillot amarillo, claro. El que ha arrebatado el propio Mancebo a Tiago Machado, líder al que los tres minutos de ventaja adormilaron y acongojaron a todos sus rivales desde la segunda etapa. A todos menos al Rock&Racing de Paco Mancebo. El rey del Acebo. ainara@ciclismoafondo.es
PASA A LA SIGUIENTE PÁGINA APRA VER LA CLASIFICACIÓN DE LA ETAPA