Vuelta al País Vasco: 2º etapa: La transformación de Yuri Trofimov
El ruso del Bouygues Telecom se llevó una etapa en la que todos los favoritos dosificaron sus fuerzas ante la decisiva jornada de mañana con final en Arrate
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Fotos: Rafa Gómez
Villatuerta está enclavada en los más recónditos campos navarros. A medio camino entre Vitoria, clásica llegada intrascendente pero fiel a la Vuelta/> al País Vasco, y Pamplona. En plenas raíces románicas con tintes góticos, las que marcan los pinceles de sus múltiples iglesias y pórticos. Mezcla de siglos pasados que han sido testigos de su ocupación, perenne a lo largo del tiempo. Cultura miscelánea. Conjunción de factores variados, testigo de su evolución. Del incendio del año 1378 por parte de los castellanos, que dejó la villa sin su torre guía y sin saeteras en el paisaje. Mutación. Y venta, la de Los reyes Felipe III el Noble y Doña Juana de todo el pueblo, castillos y fortalezas incluidos. Testigo ha sido también de la destrucción masiva. Arrasada quedó la Vilatorta/>, denominación originaria por la Guerra/> de la Independencia/> y las luchas carlistas. Alteración obligada con el paso del tiempo. Impuesta. Como le sucede ha Yuri Trofimov, metamorfoseado por imposición.
El del Bouygues Telecom es un hombre forjado en el más raudo suelo. Del que proviene, el ruso, le dejó lecciones desde pequeño de lo que significa el sufrimiento sobre la carretera, el frío y la gelidez extremas. Perseverante y resistente a los copos de nieve, decidió desviar sus entrenamientos de cuneta asfaltada por los campos de tierra para echarse la Mountain/> Bike/> al hombro. Resultó exitoso. En 2005 se vestía con el maillot arco-iris de la modalidad en categoría sub-23. Pero el frío glacial ruso amenazaba con entumecer sus piernas rodadoras. Por eso, dos años después de alzarse con el título mundial de MTB hizo las maletas, dirección noroeste de Francia, a la Vendeé/>, donde Jean René Bernaudeau le ofreció cobijo y maillot, el del Bouygues Telecom. Testigos ambos, su nuevo ropaje y su todavía manager en el equipo francés de su transformación. Como la de Villatuerta, saqueada por las guerras, reconstruida sobre sí misma. De la tierra, por la misma que Trofimov labró sus piernas de biker, a la pujanza en la agricultura, motor que impulsa el pueblo navarro, las piernas veloces, las de Trofimov reconvertidas en oro.
La segunda etapa de la Vuelta/> al País Vasco fue un calco de su travesía por el mundo de los pedales. Kilometradas. Desde la pancarta de los primeros veinticinco kilómetros, cuando el pelotón terminaba de descender Lizarrusti, Trofimov cambió las ruedas de su bicicleta. De las finas cámaras de carretera por las gordas de MTB. Transformación y cambio de marcha. Con él se marchó Rein Taaramae, experto en fugas y proceso de las etapas intrascendes en las que salta su protagonismo. Poco después fueron alcanzados por Manuel Vázquez, doctorado en los sprints, y Bauke Mollema el joven baluarte del Rabobank. Sin rumbo fijo. A la aventura. Los cuatro, a base de relevos y pundonor abrieron una ventaja que llegó a disipar los siete minutos. Esperanza. Ante el paso desacerado del pelotón, con el Lampre comandando frágilmente, la fuga creyó en sus opciones conforme se acercaban a Lezaun, punto de inflexión en el camino de la transformación, de la conversión del sprint masivo a la resolución rápida, pero no dolorosa de una 'volata' reducida.
Lampre y Caisse d' epargne
Así lo quería Manuel Vázquez cuando se asomó a la última ascensión de la jornada. 'El Chumbo' era, por piernas, el hombre más rápido si los cuatro lograban plantarse en meta. Lanzó el andaluz un canto al Caisse d' epargne. Embaucador. El equipo de Luis León Sánchez relevó al Lampre de Cunego, donde Bruseghin gastaba sus últimos cartuchos. Pusilánimes. Pero cuando el granadino dosificaba fuerzas llegó el primer aviso transformador de Yuri Trofimov. Su ataque sirvió para eliminar al del Conténtpolis- Ampo primero y a Bauke Mollema, acalambrado, después. Efecto cortacircuitos. Solo Taaramae pudo seguir su estela bajo la oscuridad en la que Trofimov cegó a sus contendientes. Señal de transformación.
Cuando el Caisse d'epargne se aseguró el liderato previo al asalto de Arrate al reducir distancias hasta el minuto de ventaja la carrera quedó entregada a la transformación producto del deseo de Yuri Trofimov. Pronto se despojó de Rein Taramaae, para hacer su entrada en Villatuerta, la reconstruida y otrora conocida como Villa Torcida, en solitario. Así, revirado, saltando del Mountain Bike a la carretera, caminando por campos navarros, de tierras verdes y amarronadas. De mezcla. Como él. Saltó de ellas a las carreteras, camino de los polígonos industriales de Villatuerta, nuevas líneas de defensa navarras tras la desolación de la Guerra/> de la Independencia/> y la Guerra/> Carlista./> Pueblo transformado, como Trofimov. Medrante. A su triunfo en la quinta etapa de la Dauphiné/> Libere/> en 2008 añade ahora la segunda de la Vuelta/> al País Vasco. Ascenso con ruedas finas, lejos del Mountain Bike. Transformado. ainara@ciclismoafondo.es
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