No había vuelto a levantar los brazos desde la Driedaagse Brugge-De Panne, a finales de marzo, y para la posteridad habían quedado sus lágrimas unos días después al acabar segundo en la Gante-Wevelgem por detrás de Peter Segan, pero este sábado Elia Viviani volvió a sonreír.
????️ @eliaviviani "Grande, lavoro di squadra, è andato tutto nel migliore dei modi, adesso pensiamo a domani".#Giro101 #Giro pic.twitter.com/VMkyLmraen
— Giro d'Italia (@giroditalia) 5 de mayo de 2018
El de Isola della Scala se anotó en Tel Aviv su segunda victoria parcial en el Giro de Italia, sumó su séptimo éxito del año y le dio al Quick Step la vigésimo octava del curso. Además, se hizo con la icónica maglia ciclamino.
Su equipo, adicionalmente, aportaba un dato realmente demoledor: Viviani se convertía en el vigésimo noveno ciclista que conseguía una victoria de etapa para el Quick Step en una vuelta de tres semanas.
The fantastic @eliaviviani is the 29th different rider to win a Grand Tour stage in the Quick-Step Floors jersey!#WayToRide#Giro101 pic.twitter.com/7NEvOwDIaH
— Quick-Step Cycling (@quickstepteam) 5 de mayo de 2018
“Todos esperaban que ganara, así que esta mañana estaba muy nervioso. Volvía al Giro después de dos años de ausencia y volvía con un gran deseo de poder conseguir una victoria. Tuve que apelar a mis compañeros de equipo antes de lo planeado, pero todo el trabajo que hicieron fue genial. Y todo acabó de la mejor manera”, explicaba Viviani en meta.
“Dedico esta victoria a mi novia Elena. Sacrificamos mucho para lograr este resultado. Ahora toca pensar en la tercera etapa. Ganar nunca es fácil”, añadió.