A pesar de ser un tipo educado y tranquilo, Chris Froome ha llegado hoy a la línea de meta "furioso" debido al desagradable incidente que le ha tocado vivir durante la etapa de hoy. Un aficionado le ha lanzado durante el inicio de la etapa una bolsa de orina y le ha llamado dopado. "Un aficionado me ha tirado una bolsa de orina y me ha llamado dopado. Estoy muy decepcionado, no se puede actuar así durante una competición. Ha sido un hecho irresponsable, deleznable y que estropeó mi etapa por completo".
El líder del Tour de Francia quiso relacionar este condenable hecho con todas las acusaciones de dopaje que se han lanzado sobre él durante esta última semana. "Ocurrió en el kilómetro 50 o 60 de la etapa. La culpa es de aquellos que publican reportajes irresponsables y crean sospechas infundadas sobre nosotros".
Este incidente no ha sido el único que han sufrido los corredores del Sky pues en la subida a la Pierre Saint-Martin un fan lanzó un puñetazo a Richie Porte.