Alberto Contador ha superado sin ceder tiempo la primera jornada pirenaica del Tour de Francia 2016. No hubo cambios de ritmo reseñables entre los favoritos en el Col d’Aspin, más allá del que propuso Alaphilippe en el tramo final de la ascensión, y el ciclista español pudo salvar la etapa a pesar de los golpes y heridas que aún lastran su rendimiento. “He tenido que ser conservador. En otras circunstancia hubiera atacado, pero en estas etapas tengo que ver los toros desde la barrera”, ha explicado tras cruzar la línea de meta.
El Col d’Aspin ha supuesto un primer contacto para el pelotón con la alta montaña antes de afrontar las dos temibles etapas de Pirineos del fin de semana: mañana, sábado, ascenderán el Tourmalet, Horquette d’Ancizan, Val Louron y Peyresourde; y el domingo, entre España y Andorra, afrontarán la subida a la Bonaigua, Port de Cantó, Comella, Beixallis y Arcalis. Dos jornadas absolutamente claves para Alberto Contador que si consigue salvarlas sin acumular mucho más tiempo perdido seguirá en la pelea por el podio de París. “Hoy no he ido del todo mal, pero vamos a ir puerto a puerto, etapa a etapa. Vamos a ver cómo me encuentro mañana, que son palabras mayores. Lo veo muy complicado, pero intentaré hacer el mejor papel posible”.