Lejos de lamentarse más por los 52 segundos cedidos en la contrarreloj por equipo inaugural de la jornada de ayer, Alberto Contador mira al frente y ya piensa en el Mirador de Ézaro -1'8 km al 13'8%-, el primer final en alto de la ronda española que le ofrecerá ocasión de reducir su desventaja. "Mañana es el primer test importante. Llega de golpe y a balón parado. Se subirá muy rápido y habrá que ver cómo están las fuerzas. Es un final muy similar al de una clásica. Veremos qué tal". Con respecto a las opciones de arañar algunos segundos a sus máximos rivales comentó, "estoy un minuto por detrás de la mayoría de favoritos y habrá que hacer que pierdan tiempo poco a poco. Estoy Ilusionado. Corro en casa, con mi gente apoyándome".
La etapa de hoy, ganado por Gianni Meersman al sprint, no ha tenido mayor dificultad para el ciclista de Pinto que explicaba que "ha sido un día tranquilo. Estoy contento de haber salvado el día sin caídas".