Los equipos modestos buscan visibilidad y sueñan con una etapa en la Vuelta

En esta edición la organización cursó tres de sus cuatro invitaciones a formaciones españolas: el Burgos-BH, el Euskadi-Murias y el Caja Rural-Seguros RGA.

Texto: Ramón Orosa / EFE. Fotos: Euskadi-Murias.

Los equipos modestos buscan visibilidad y sueñan con una etapa en la Vuelta
Los equipos modestos buscan visibilidad y sueñan con una etapa en la Vuelta

Visibilidad en una de las grandes carreras por etapas de la temporada, algo que apenas pueden tener durante el resto de la temporada, y el sueño de ganar una etapa, son los objetivos con los que los equipos modestos arrancaron en Málaga la Vuelta a España 2018.

Cuatro son los equipos invitados en esta 73 edición de la última de las tres grandes por etapas de la temporada: los españoles Caja Rural, Euskadi-Murias y Burgos-BH, estos dos últimos debutantes, y el francés Cofidis.

El conjunto galo, no exactamente un equipo modesto, es un clásico del pelotón internacional casi puede considerarse también medio español por un fuerte relación con la Vuelta, de la que es patrocinador, y porque buena parte de sus corredores más importantes son españoles. Los conquenses hermanos Herrada, Jesús y José, y el malagueño Luis Ángel Maté.

No obstante, aún con esperanzas fundadas en lo que pueda hacer Jesús Herrada, la gran baza del Cofidis es la del francés Nacer Bouhanni en los sprint, en los que es uno de los más refutados especialista.

En las llegadas quieren hacerse ver también el Caja Rural y el Euskadi-Murias, que tienen una segunda vía de presencia metiéndose en las escapadas cada día.

Para los sprint masivos o al menos numerosos, Caja Rural confía en el colombiano Nelson Soto. Aunque también espera cosas del guipuzcoano Álex Aranburu, ganador el 31 de julio en el Circuito de Getxo en un final en cuesta que tanto gustan a la Vuelta. De todos modos, la gran baza navarra es Sergio Padilla, superviviente de graves caídas y Top 20 en tres de las últimas cuatro Vueltas.

El vitoriano Jon Aberasturi es la baza de la velocidad en un Euskadi-Murias en el que quizás lo mejor lo pueda dar el tarraconense Eduard Prades, quien en mayo ganó el Tour de Noruega, y está completando una meritoria temporada.

Menos opciones se le presumen a un Burgos-BH, que se aferrará a los que puedan hacer sus dos corredores extranjeros. El holandés Jetse Bol, reclutado a última hora para la Vuelta, y el veterano portugués José Mendes, procedente del Bora de Peter Sagan.

Poca munición en todo caso para una Vuelta en la que hacerse visible ya será un éxito para el modesto equipo burgalés, que hoy ya tuvo premio al lanzar la carrera con el cordobés Jorge Cubero.

El sueño de ganar una etapa parece más que cercano para el Euskadi-Murias y para un Caja Rural que encadena su séptima participación consecutiva en la carrera. Pero sobre todo para el Cofidis, para el que la presencia de Jesús Herrada y, fundamentalmente Bouhanni, es una garantía de competitividad.

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