Le costó recuperar el aliento a Miguel Ángel López en la cima de los Machucos. El colombiano del Astana sufrió en las duras rampas cántabras y necesitó varios minutos para recuperar antes de hablar con los medios. “No he tenido muchas piernas". Supermán se dejó 1’01’’ con Pogacar y Roglic en la meta. “Se hace lo que se puede, dándolo todo hasta el final siempre". López es ahora cuatro en la general, a 3’18’’ de Roglic pero no baja los brazos en la pelea por el maillot rojo: “Queda carrera hasta Madrid y vamos a continuar día a día".
Poco después de él llegó a la meta Ion Izagirre y, antes de emprender el descenso, abrigado con un chubasquero en busca del autobús, explicó la táctica del Astana, al ponerse a tirar desde atrás para echar abajo la fuga. “Hemos querido hacer la carrera dura, la intención era esa. El puerto final era para gente con poco peso como Miguel Ángel, que le podía venir bien pero quizá no ha tenido el día".
El menor de los hermanos Izagirre explicó que “un esfuerzo con un final así de exigente se paga. No siempre tienes las mismas piernas y sensaciones. Hoy no ha tocado pero esperemos que en los próximos días vaya mejor. Habrá que seguir intentándolo".