Dumoulin recibe el perdón de los favoritos

Los favoritos volvieron a desaprovechar la etapa, que ganó Frank Schleck fugado. Purito se viste de rojo y será el último en tomar la salida el miércoles en la crono de Burgos, donde Dumoulin puede sentenciar la Vuelta.

Ainara Hernando

Vuelta a España 2015 / Etapa 16 / Luarca - Ermita de Alba
Vuelta a España 2015 / Etapa 16 / Luarca - Ermita de Alba

Las cosas de verdad de la Vuelta son las que no se ven. El efusivo abrazo de Josue Arán, masajista del Trek que en la última década ha empeñado toda su vida en las piernas y los cuerpos de los hermanos Schleck –y hasta en la cabeza- cuidándolos y mimándolos más que su propia familia. Cuando Frank cruza victorioso la meta de la Ermita de Alba por ejemplo, Josue echa a correr para llevárselo a la carpa antes de que suba al podium para recoger flores y le estampen besos como hacía tanto tiempo no le sellaban en la mejilla. Antes de meterlo ahí dentro Josue ya no puede aguantar más, cuando Frank para, se baja de la bici y Josue lo agarra que parece que se lo va a comer, aún no ha parado de llorar. Y juntos se funden en un abrazo inmenso y eterno. Nadie como Josue sabe del sufrimiento de los hermanos, del vacío y las dudas, de las lesiones y el hundimiento moral. Nadie como Josue se merece tanto una victoria com ésta.

Otra de las cosas que no se ven de la Vuelta es la cara de Tom Dumoulin cuando se baja de la bicicleta después de los 185 kilómetros de etapa y los siete puertos que ha escalado. Lo hace esbelto y bello. Le queda aliento aún. Mucho. Se quita el casco, se refresca el gaznate y se remueve el pelo. Su rostro es el de un modelo holandés que acaba de desfilar por una pasarela de rampas con el 21% y que ha aguantado estoico y bello. Muy bello. Porque eso es lo que más importa de lo que no se ve en la Vuelta. Dumoulin se sube de nuevo a la bicicleta a la que su equipo ya le ha colocado el rodillo, tranquilo y sosegado. Atiende a todos los periodistas que se le acercan a preguntarle. A todos. Pausado, relajado.

Eso nadie lo ve como parece que ninguno es consciente de que la montaña de la Vuelta ya se ha acabado y que los 40 kilómetros de crono que esperan el miércoles en Burgos son un desfile para el modelo bello y esbelto que es Dumoulin cuando llega a la Ermita de Alba y se despoja de su casco peinándose el pelo con los dedos. “Lo tengo muy bien”, dice él. Y tanto que lo tiene.

Porque los favoritos volvieron a desaprovechar una etapa tan bella casi como el bello Dumoulin. Los siete puertos preparados para desgastar al holandés antes de la contrarreloj, perfectos para poner la Vuelta patas arriba, dispuestos para el espectáculo y que se redujo a una larga siesta de una fuga con 22 minutos de permiso, y un despertar con bostezos, porque no fue hasta los últimos 700 metros cuando Purito se decidió a atacar. El único. “Yo lo he pasado muy mal en el Cordal y la Cobertoria, se iba muy rápido. Era como para no moverse y quedarse”. Purito no encuentra ese aire que a Dumoulin parece sobrarle hasta la última rampa y atacar para vestirse de rojo.

Le servirá para salir el último en la contrarreloj el miércoles. Tendrá referencias de todos y nadie le doblará. “Ganar la Vuelta está en mi mano, espero hacer una súpercrono”, dice. Pero en realidad quien la tiene danzando en su palma es Dumoulin, su tranquilidad y su sosiego. Cuando llega a la meta y los periodistas le asedian contesta a todos. Hasta la última pregunta que quieren hacerle. Después se va a la cuneta, donde le han preparado el rodillo y alguien le estira la clasificación provisional. Ha perdido menos de medio minuto con Purito. Dumoulin abre los ojos y exclama: “Very good!”. Y tanto que very.

“Puede pasar que me ponga de rojo pero quedan muchos días difíciles”, explica mientras suelta el ácido láctico que le ha quedado en las piernas después de la etapa en la que recibió el perdón de Aru, de Purito, de Majka y de Quintana. Lo único que en realidad le preocupa a Dumoulin es el equipo. El Giant-Alpecin es una formación de esprinters.  No hay sitio para ganadores de las grandes vueltas. De hecho él no lo era. O no lo iba a ser. “El Astana va con cuatro corredores hasta el pie del último puerto cada día, eso en la última semana me puede poner en problemas”. Entonces estará solo, como lleva corriendo toda la Vuelta. Igual que lo hará el miércoles en Burgos para ganar la Vuelta. El perdón de los favoritos en la montaña ya lo ha recibido. Y puede salirles muy caro.

Perfil de la ontrarreloj del miércoles:

Vuelta a España 2015 - Etapa 16

  1. Frank Schleck (Trek/LUX) 5.49.56
  2. Rodolfo Torres (Team Colombia/COL) 0.12
  3. Moreno Moser (Cannondale/ITA) 0.14
  4. George Bennett (LottoNL/NZL) 0.15
  5. Pierre Rolland (Europcar/FRA) m.t
  6. Omar Fraile (Caja Rural/ESP) 0.18
  7. Carlos Verona (Etixx/ESP) 0.20
  8. Larry Warbasse (IAM/EEUU) 0.24
  9. Joaquim Rodríguez (Katusha/ESP) 0.29
  10. Fabio Aru (Astana/ITA) 0.41

Vuelta a España 2015 - Clasificación General 

  1. Joaquim Rodríguez (Katusha/ESP) 67.52.44
  2. Fabio Aru (Astana/ITA) 0.01
  3. Rafal Majka (Tinkoff/POL) 1.35
  4. Tom Domoulin (Giant/HOL) 1.51
  5. Mikel Nieve (Sky/ESP) 2.32
  6. Esteban Chaves (Orica/COL) 2.38
  7. Daniel Moreno (Katusha/ESP) 2.49
  8. Nairo Quintana (Movistar/COL) 3.11
  9. Alejandro Valverde (Movistar/ESP) 3.58
  10. Louis Meintjes (MTN/RSA) 5.22

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