El sillín es uno de los tres puntos de apoyo del ciclista en la bicicleta y el punto desde el que las piernas ejercerán su empuje para transmitir la fuerza a los pedales. Estamos hablando, por tanto, de un elemento trascendental en el conjunto mecánico, pero también lo es el elemento bio, ya que un mal apoyo generará problemas al ciclista: sobrecarga perineal, rodillas doloridas, piernas que trabajan más que otras.
Muchas compañías han intentado resolver estas molestias ocasionadas por un mal apoyo en el sillín de diversas formas: asientos más acolchados, más anchos, con canal antiprostático, etc. El ciclista se apoya mal por distintas causas: rotaciones de cadera, dismetrías, técnicas de pedaleo ineficientes por lo que no suelen resultar efectivos ya que el ciclista sigue sin recibir información alguna sobre como sentarse correctamente.
Con la idea de atacar este problema nace el Shark. Totalmente distinto a los demás y 100% reconocible gracias a su aleta. La aleta a simple vista parece un elemento agresivo que por fuerza nos tiene que hacer daño pedaleando. Pero no es así; si el sujeto va bien sentado la aleta es imperceptible. Es cuando la sentimos cuando sabemos que no vamos bien sentados, que nos hemos desplazado de nuestro punto de apoyo óptimo.
Los prototipos del Shark están en manos de la comisión técnica de la UCI, que en breve otorgará su veredicto sobre su uso en competición. Lo que en principio estaba destinado a ser una solución terapéutica a las molestias de miles de ciclistas se ha convertido en un elemento que puede permitir un mayor rendimiento físico, y no porque haya un nuevo punto de apoyo en la bici, que no lo hay, sino porque al dar estabilidad a la cadera, la transmisión de fuerza a los pedales es mucho más eficiente logrando por tanto un mayor rendimiento.
Características técnicas del Shark
- Anchura: 140 mm
- Peso: 210 grs
- Altura de aleta: 40 mm
- Anchura de aleta: 40 mm
- Largura de aleta: 100 mm
- Foam: 3mm
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Fuente: Custom4us.