La electrónica ha llegado al mundo de las bicis para quedarse. Era algo totalmente esperable en el mundo cada vez más tecnológico que nos rodea. En la bicicleta sin embargo, salvo por la evolución de los materiales que logran máquinas cada vez más ligeras, rígidas y cómodas, todo sigue siendo exactamente igual que hace 50 años: cadena, piñones, platos, mandos y cables. Así era hasta que en 2009 Shimano decidió cambiar aquello que parecía intocable e introducir la electrónica en las transmisiones. Un pequeño cambio que en realidad cambia todo.
Un poco de historia
En honor a la verdad, los japoneses no fueron los primeros en tener esta idea. Nos tenemos que remontar a 1992 cuando Mavic sorprendía al mundo con sus grupos electrónicos completamente avanzados a su tiempo. Por entonces ya se vislumbraban las ventajas que podían aportar, pero la tecnología de aquella época les hizo sufrir problemas de fiabilidad. En aquellas mismas fechas, también aparecieron los primeros prototipos electrónicos de Campagnolo, pero todo ello pareció quedar en el olvido como otros tantos proyectos hasta que en 2008, Shimano haciendo gala de su poderío retomó la idea. Presentaron su Di2 que aprovechaba la tecnología actual y aportaba un funcionamiento sin fisuras y a finales de 2011 asistíamos a la réplica por parte de los italianos que colocaba las espadas en todo lo alto. Ese mismo año, Shimano evolucionaba su tecnología Di2 aplicada a su grupo Ultegra de gama media mientras que Campagnolo hacía lo propio a finales del pasado año con el Athena EPS.
Dos puntos de vista
Presentados los contrincantes, llegamos a la situación actual con unas tecnologías Di2 y EPS perfectamente asentadas y que han demostrado tanto en competición como en el día a día que gozan de total fiabilidad. En ambos casos el objetivo es el mismo. Eliminar de un plumazo todos los problemas asociados a los cables y fundas, principalmente el deterioro del funcionamiento que se produce con el desgaste. Aparte, cables y fundas al ser componentes mecánicos dificultan conseguir un comportamiento homogéneo variando tacto y precisión por múltiples factores como tensión de cable, longitud de funda o el enrutado de los mismos.
Siendo el fin el mismo, la filosofía de ambas marcas difiere bastante. Campagnolo busca que su EPS sea lo más similar posible a su homólogo mecánico tanto en accionamiento, como en el tacto de cambio. Es por ello que las manetas son casi un duplicado de las mecánicas con tres elementos diferenciados para cada una de las tareas: maneta de freno, palanca de subida y pulsador de bajada. Apenas reciben un pequeño rediseño respecto a la versión de cable consistente en alargar el pulsador de bajar piñones para facilitar su accionamiento cuando vamos agarrados a la curva del manillar y lo mismo con la maneta de freno que cuenta con una agradable curvatura que proporciona un fantástico tacto de freno. Sin embargo el mayor logro está en sus interruptores Multi-Dome, que aportan un recorrido del pulsador y un tacto que imita en lo posible la de las versiones mecánicas siendo nítidos a la vez que suaves. Por su parte Shimano cambia completamente el concepto de sus manetas en la versión Di2. Los pulsadores mantienen similar disposición a la que ocuparían en el grupo convencional, pero las similitudes acaban ahí. Ambos pulsadores son pequeños botones con un tacto similar al clic de un ratón. Apenas necesitamos una leve pulsación para accionarlos. Este punto es quizás el punto más flojo del grupo por cuanto si llevamos guantes largos o rodamos por carreteras bacheadas a veces es complicado saber si hemos cambiado o no o acertar con el pulsador correcto. También resulta distinto el enfoque de la electrónica, con una gestión distribuida en cada componente en el caso de Shimano, mientras que en Campagnolo todo se centraliza en la Power-Unit de ahí su tamaño y la imposibilidad de retirar la batería de la bici para proceder a su carga como si podemos hacer con la ligera batería de Shimano. En cualquier caso, la duración de ambas resulta similar.
Máxima precisión
Si hablamos de funcionamiento, hemos de ser categóricos. Ambos grupos prácticamente raspan la perfección, con unos cambios rapidísimos y precisión milimétrica, aunque eso si, cada uno mantiene su personalidad. Si en Di2 los cambios son suaves y silenciosos por su parte EPS muestra que es todo un Campagnolo con unos movimientos secos y contundentes, aunque igual de rápidos y precisos. Un punto a favor de los italianos es su función Multi-Shifting que permite, manteniendo apretado el pulsador correspondiente, cambiar hasta las 11 coronas de golpe. Una función que recientemente ha incorporado Shimano en el nuevo grupo Dura-Ace y que gracias a la actualización de firmware disponible en la web de Shimano se puede incorporar a este Ultegra Di2. Donde más salen a relucir las ventajas del accionamiento electrónico es en los desviadores delanteros donde prácticamente nos olvidamos de roces y caídas de cadena. El secreto está en el movimiento progresivo que realiza el desviador a la hora de cambiar de plato lo que permite realizar esta operación aun en pleno sprint con la cadena cruzada. Entre ambos, el japonés sin duda muestra más refinamiento con un cambio más rápido. Por otra parte ambos cuentan con la función de autoajuste que evita los roces de cadena según vamos subiendo o bajando piñones, pudiendo pedalear con ella completamente cruzada sin mayor problema.
Sencillez
Sin duda uno de los aspectos que más asustan a quienes llevan toda la vida trabajando con cambios mecánicos es la idea de la posible complejidad que puedan albergar los grupos electrónicos. Nada más lejos de la realidad. Tanto Shimano como Campagnolo cuentan con manuales perfectamente detallados para realizar sin problema el montaje inicial. Una vez hecho esto directamente nos olvidamos. El funcionamiento se mantiene perfecto durante miles de kilómetros.
Está claro, que por precio, aun pasará algún tiempo hasta que este tipo de grupos se democraticen, aunque el contar con esta tecnología ya en la gama media es un importante primer paso a tenor de lo que vamos viendo en los abundantes montajes de serie que ya existen con Ultegra Di2 -pocos aún en Athena EPS por su tardía llegada a finales del pasado año-. Nuestra opinión es que poco a poco irán desbancando a los mecánicos ya que prácticamente todo lo que aportan son ventajas. No obstante el único pero que se les puede achacar, por ahora, es el ligero incremento de peso respecto a la versión convencional. El futuro está aquí.
Shimano Ultegra Di2 |
Campagnolo Athena EPS |
Desviador: 211,50 € / 165 g
Quizás el componente menos agraciado estéticamente por el gran tamaño de su motor. El funcionamiento sin embargo es intachable. Cambios rapidísimos, exactos, sin salidas de cadena y la característica de autoajuste que evita los roces. |
Desviador: 512 € / 149 g
Comparte mecánica con Record y SuperRecord diferenciándose solo en el material de las pletinas. Gracias al sensor magnético se mantiene siempre la posición óptima eliminando roces y proporcionando cambios intachables. |
Manetas: 308,80 € / 313 g
La electrónica permite reducir su tamaño respecto a las homólogas mecánicas lográndose un agarre muy natural en la parte alta incluso si tienes las manos pequeñas. Los pulsadores de cambio tienen un tacto de click de ratón, muy fácil pero poco definido. |
Manetas: 315,87 € /288 g
Fantástica la ergonomía de la palanca de freno redondeada de modo que los dedos deslizan naturalmente sobre ella cuando nos agarramos abajo. Los botones tienen un tacto muy nítido que intenta imitar el mecánico, gracias a la tecnología Multi-Dome |
Cambio: 237 € / 270 g
Mismo aspecto tosco que el desviador pero que para nada afecta a un funcionamiento impecable durante miles de kilómetros. Admite hasta 28 dientes en el piñón y cuenta con un sistema que lo desembraga en caso de sufrir un impacto |
Cambio: 561,5 € / 225 g
Salvo por el hecho de prescindir de los elementos de carbono de sus hermanos mayores, es completamente idéntico a estos. Destaca la función Multi-Shifting que permite cambiar las 11 coronas manteniendo apretado el pulsador correspondiente |
Batería: 75,20 € - 179 € (interna) / 71 g - 50 g (interna)
Nos proporciona 2000 km con una única carga. Señalar el diseño compacto que permite múltiples ubicaciones en la bici además que podemos desmontarla para cargarla en casa y el recién lanzado kit de batería interna. |
Batería: 455,75 € / 167 g
Más que de batería habría que hablar en el caso de Campagnolo de unidad central ya que aquí se concentra todo el proceso de datos del grupo lo que la hace más pesada y sin posibilidad de desconectarla de la bici. Un útil imán desconecta el sistema ahorrando batería |