Sigma ha renovado este verano sus ciclocomputadores ROX que ocupan el escalón más alto en su amplia gama. Dotados de GPS, los modelos 7.0 y 11.0 suceden al actual 10.0. Hemos probado el modelo más sencillo, un aparato perfecto para aquellos que no quieren complicarse la vida con configuraciones, pero que a su vez buscan un computador que les permita almacenar los datos de sus rutas y les muestre una completa información en marcha.
Para empezar destaca su menor tamaño respecto al 10.0 que ya probamos anteriormente. Sin embargo, esto no supone una merma en la visualización de los datos, muy nítida incluso en condiciones de mucha luminosidad. Hablando de su pantalla, mencionar que podemos configurar distintos perfiles de deporte y las pantallas de datos a través de su aplicación Data Center, que también nos sirve para descargar y gestionar nuestros entrenamientos.
Podemos además vincular dicha aplicación a nuestra cuenta de Strava para mantener sincronizadas las actividades. Aquí entra en juego una de las posibilidades que hará las delicias de muchos. Si contamos con cuenta Premium en Strava podremos activar en este ROX 7.0 la función de segmentos en vivo, de forma que el ciclocomputador nos avisa al llegar al inicio de un tramo mostrándonos en el transcurso del mismo nuestro tiempo y la referencia frente al KOM del mismo. Sin duda una gran ayuda a la hora de batir ese tiempo que se nos resiste. Únicamente echamos de menos la posibilidad de conectar sensores como una cinta de pulsómetro o un medidor de potencia. Para ello, tendremos que elegir a su hermano mayor.
Lo mejor
» Pantalla muy nítida.
» Integración con Strava.
Lo peor
» No se puede vincular ningún sensor.
Ficha Técnica
Dimensiones: 75 mm x 54 mm x 23 mm.
Pantalla: 1,8''
Peso Total: 65 g
Precio: 134,95 €