Diego Benítez, ingeniero industrial y naval canario, estaba bastante harto de que los conductores que le adelantaban mientras circulaba en bici no respetasen la distancia mínima de 1,5 metros que señala la ley de tráfico, poniendo en peligro su vida. Por ello diseñó y fabricó este dispositivo de seguridad, novedad en todo el mundo. El invento ya ha recibido varios premios y está patentado en Estados Unidos, Europa y Japón.

El kit consta de una varilla de fibra de carbono -con un molinillo en el extremo- que va alojada en una tubería que habrá de fijarse al lado izquierdo del cuadro, paralela al tubo horizontal, oblicuo y a la vaina trasera. Esta varilla es regulable por el ciclista hasta 1,5 metros, y se puede elevar 90 grados para que no sobresalga y moleste al apoyar la bici o transportarla.

Los materiales son de calidad y los acabados dignos de cualquier marca reconocida. Pesa 282 gramos y el precio está bastante ajustado, alrededor de los 30 euros.

Al utilizar materiales reflectantes y fluorescentes, llama bastante la atención, incluso por la noche.

Montaje

Es fácil de instalar -y desinstalar- gracias a sus bridas reutilizables y los tensores que sólo necesitan un destornillador plano. Quizá en algunos cuadros de talla pequeña sea un poco más complicado el montaje, pero sólo es cuestión de dar forma a las tuberías que componen el kit.

Hay que tener especial cuidado en que no interfiera con los cables y fundas de cambio o freno, también hay que cerciorarse de que no rozará con nuestras piernas al pedalear, pero creemos que cualquier ciclista con un mínimo de maña lo puede instalar en pocos minutos.

Como curiosidad, en países en los que se circula por la izquierda, no funcionaría.

Prueba

Una vez montado, fuimos a pedalear por las calles y carreteras habituales.

En unos metros coges el truco a desplegar y regular la longitud de la varilla, y en unos pocos más te das cuenta de que el invento es una revolución... ¡Ya nadie te adelanta sin respetar la separación mínima de 1,5 metros! Incluso algunos se quedan esperando detrás un buen rato antes de adelantar, cuando seguramente de no llevar el dispositivo de seguridad nos hubiesen rebasado sin dudarlo.

Al principio sólo sacábamos la varilla hasta la primera posición -1 metro-, para probar, pero nos dimos cuenta que lo mejor es llevarla siempre al máximo, a 1,5 metros.

¿Y qué pasa si queremos adelantar a coches parados en un semáforo o en un stop? Muy sencillo, sólo hay que replegar la varilla 90 grados hacia arriba y así evitaremos que el extremo de la varilla les golpee, que es donde va el molinillo, genial idea para que no ofreciese resistencia al aire.

Un compañero me preguntó... ¿y si se engancha en un coche, te arrastrará? Aunque es difícil que se enganche, no te arrastrará, ya que la varilla se puede extraer entera.

No notamos ninguna resistencia evidente al viento, pero flexa bastante a partir de unos 50 km/h, velocidad a la que sólo se suele ir en los descensos, en los que es preferible situarse en el centro de la calzada con el dispositivo replegado.

Conclusión

Es un "Ángel de la Guarda" para los ciclistas, y totalmente recomendable para todo aquel que use la bicicleta fuera de los carriles bici. Quizá el que tenga dos bicis, una para entrenar y otra "tope de gama" para las citas importantes, lleve el dispositivo en la bici "de batalla" que es con la que recorres miles de kilómetros en carretas abiertas al tráfico.

Información y pedidos: www.dinoinvdes.com. Tel: 658 766 094

* Este dispositivo no está considerado como un sistema de señalización homologado, ni está incluído entre las señales vigentes del actual Código de la Circulación, por lo que es responsabilidad de cada usuario el uso que pueda hacer de él en vías públicas.