Herramientas como las llaves allen o, más recientemente, las torx, han ocupado el espacio que tradicionalmente cubrían los atornilladores universales, lo mismo dotados con punta plana o de estrella (philips).
Aunque ya son muy pocos los ajustes y las maniobras de montaje en la bicicleta que se confían a un atornillador, sí debemos tener en cuenta que se trata de mecanismos de gran precisión (ajuste del cambio trasero, desviador de platos…), por lo que debemos descartar utilizar un atornillador que no ofrezca una calidad máxima ya que, además de no conseguir acceder adecuadamente a estos mecanismos, corremos el peligro de deteriorar la cabeza del tornillo sobre el que actuemos al emplear una herramienta de dudosa calidad.
