En el Monte Farinha, la estética montaña de casi 1.000 metros de altitud que se eleva como una pirámide sobre Mondim de Basto, en la misma en cuya cúspide se asienta el santuario de Nuestra Senhora de Graça, el alicantino Raúl Alarcón asestó otro golpe a la clasificación general de la Volta a Portugal.
El corredor del W52-Porto, con un ataque en la parte final de la subida donde se encontraba la meta de la novena etapa, distanció unos segundos a sus más inmediatos perseguidores en la clasificación de la ronda lusa, el portugués Joni Brandao y el también español Vicente García de Mateos.
Una jornada corta, de gran dureza, endurecida más aún por los pasos previos por los Altos de Barra y Aldeia de Barreiro en una apuesta clara de la organización por sacar a relucir pasos desconocidos o poco transitados hasta ahora en la zona. Un área de unas grandes posibilidades donde existe, además, una enorme afición.
Alarcón, que ya se impuso en 2017 en el coloso de Mondim de Basto, demarró dentro del último kilómetro, momento en el que dio alcance a David Rodrigues, quien rodaba escapado con anterioridad. Es la tercera victoria parcial de Alarcón en esta edición, la sexta para corredores españoles.