Lo teníamos programado mi esposa y yo. Una escapadita a la Isla de la Palma, cuyos perfiles montañosos animan a grandes gestas ciclistas. No conocía ese paraíso de roca volcánica que emerge del océano como de la nada hacia el cielo en paredes y barrancos verticales que llegan más allá de los 2.400 metros de altura en menos de veinte kilómetros lineales. Carreteras que pasan del nivel del mar a los 1100 metros en apenas 10 Km. o incluso hasta el Roque de los Muchachos, a más de 2.400 en apenas 30 Km. desde la costa.
Intentamos contactar con establecimientos especializados antes del viaje para poder alquilar las bicicletas, pues, primera dificultad, facturarlas en el avión resulta, además de carísimo, un peligro para la integridad de las mismas, según sistemáticamente nos comentaban avezados aventureros. Mejor alquilar. Un tirón de orejas a quien corresponda por aislar del mundo a ese paraíso ciclista perdiendo una oportunidad de promocionar un turismo de calidad, pues no sólo los españolitos, muchos extranjeros se mueren por vestirse de corto todo el año y abandonar sus gélidos países con sus compañeras de las dos ruedas. Y alemanes hay muchos entre los aficionados al ciclismo que huirán a destinos más cómodos para el ciclista. ¿Dónde están los convenios con las líneas aéreas? se ve que éstos solo sirven para que los directivos federativos acudan a imponer maillots a caballo ganador.Pero el deportista anónimo que se las componga.
Por supuesto que "la flaca" en la isla es imposible de alquilar. El establecimiento con el que contactamos en internet se encontraba al otro lado de la isla, por lo que tuvimos que confiar en que existiera "algo" cerca de nuestro hotel. Pero es que, además, sólo se alquilan las de ruedas gordas. En el equipaje portábamos nuestras zapatillas para pedales automáticos de montaña esperando encontrar algún lugar para alquiler cerca de nuestro lugar de descanso, la playa de los Cancajos, a tres kilómetros de Santa Cruz,la principal población de la isla. Allí nos indican un establecimiento. Nos acercamos y resulta que no existen bicis con pedales automáticos. Viendo el perfil de la isla, sin esos pedales la lesión está asegurada, y para darse paseítos, no merecía la pena alquilar con los precios tan elevados... esa es otra,es más caro alquilar dos bicis que un coche.
Contactamos con otro comercio en el otro extremo de la isla, y, con las mismas tarifas tan poco moderadas, al menos existían bicis con automáticos... y nos vamos a la oficina de turismo para que nos informaran de rutas de montaña. Pues bien, nos "informan" de que en la isla no es conveniente salir en bici. "¿Habéis visto algún cilcista? no, es jugársela, aquí la gente conduce sabiendo que no existen" Ya tuvimos la ocasión de haber viajado enn una "guagua" o autobús, y efectivamente se nos ponían los pelos de punta viendo cómo las curvas y pendientes se franqueaban como si a un elefante le otorgaran alas de colibrí. Francamente para temblar. "Bueno, ¿y caminos de montaña para ciclismo, nos podéis dar información?"
"Pues no es aconsejable- respondió el encargado- Aquí en la isla sólo se hace senderismo". Sacó un montón de información y rutas para caminantes, y osé preguntar... "¿Así que no tenéis nada para ciclistas?" Nos contestó aquello de que la isla es muy dura, no hay caminos señalizados,las rampas impiden disfrutar, no se ve el paisaje, que para acceder a las pistas te la juegas en la carretera y que para no disfrutar la gente prefiere andar.
Me dio mucha pena que la información institucional de la isla desprecie el ciclismo, posea una mentalidad del pleistoceno, y que la población en general no tenga en absoluto una mentalidad acogedora para con el ciclista.
Al final hete aquí que tuvimos que alquilar un coche para poder acceder a las bases de las sendas, porque a ellas ni siquiera llegan los autobuses, y al menos hemos podido introducirnos en plena naturaleza en un plan no previsto, muy satisfactorio, pero no era eso a lo que fuimos.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar a tanto incompetente ,metido a concejal, político, consejero, funcionario o lo que sea? ¿Cuándo en nuestra cultura se verá a la bici como una compañera más de viaje? Llevamos un mes de agosto fatídico para la familia ciclista, demasiados muertos en accidente. Una cultura como la general de la población, profundamente anticiclista, es la causa principal de nuestro atraso y de las escalofriantes cifras de accidentes.
Mi más sincero reconocimiento a aquellos héroes de la isla, que frente a todas las adversidades salen a ese hostil entorno como antorchas en la oscuridad. Ellos son los que mantienen vivo el ciclismo en la Isla de la Palma.
Héroes insulares
Lo teníamos programado mi esposa y yo. Una escapadita a la Isla de la Palma, cuyos perfiles montañosos animan a grandes gestas ciclistas. No conocía ese paraíso de roca volcánica que emerge del océano como de la nada hacia el cielo en paredes y barrancos verticales que llegan más allá de los 2.400 metros de altura en menos de veinte kilómetros lineales. Carreteras que pasan del nivel del mar a los 1100 metros en apenas 10 Km. o incluso hasta el Roque de los Muchachos, a más de 2.400 en apenas 30 Km. desde la costa.