Nuevo curso, nuevos ánimos

Comienza un nuevo curso tras un desastroso mes de agosto. Demasiados compañeros ciclistas han encontrado la muerte en las carreteras, y ahí sin embargo hemos de soportar la autocomplacencia del Ministro de Interior que apuntala con triunfalismo las escasas víctimas mortales habidas en este fatídico mes. Y entre tanto, seguimos esperando alguna acción clara en favor de los llamados “colectivos vulnerables" entre los que nos encontramos. El Sr. Ministro se encuentra con que el porcentaje de víctimas ciclistas sobre el total de accidentados va creciendo, pero parece que sólo le interesa la siniestralidad de los vehículos a motor.

Alfonso Triviño

Nuevo curso, nuevos ánimos
Nuevo curso, nuevos ánimos

Comienza un nuevo curso tras un desastroso mes de agosto. Demasiados compañeros ciclistas han encontrado la muerte en las carreteras, y ahí sin embargo hemos de soportar la autocomplacencia del Ministro de Interior que apuntala con triunfalismo las escasas víctimas mortales habidas en este fatídico mes. Y entre tanto, seguimos esperando alguna acción clara en favor de los llamados “colectivos vulnerables" entre los que nos encontramos. El Sr. Ministro se encuentra con que el porcentaje de víctimas ciclistas sobre el total de accidentados va creciendo, pero parece que sólo le interesa la siniestralidad de los vehículos a motor.

Esa situación de abulia y pasotismo institucional provocó esta primavera el hartazgo de Pedro Delgado, como sabéis, que cansado de la situación decidió irse del Consejo Superior de Tráfico tras diez años de ser el representante de Organizaciones Ciclistas. No desaprovechó la ocasión de soltar una buena reprimenda a la DGT el día en que se retransmitía la etapa del Tourmalet por la 1 de TVE en hora punta, a tres kilómetros de iniciarse la ascensión definitiva. Quizás ese Organismo menospreció la capacidad de Pedro de poder transmitir un mensaje a la ciudadanía, no calibrando el hecho de que posee un carisma inigualable, además de las ideas muy claras tras muchos años de fajarse en la búsqueda de concretas soluciones para la seguridad de todos nosotros.

Seguramente los que seguís este blog habréis suscrito el manifiesto ciclista por el que exigimos a las Autoridades que lleven a cabo unos objetivos globales y programáticos que cualquier estado civilizado ha de asumir. Sencillamente queríamos reivindicar que un Estado que legisla incluso sobre los bollos en el cole, sea incapaz, tras más de seis años en el gobierno, de haber movido un sólo dedo en favor de la promoción de la seguridad del ciclista. Y no me refiero a las buenas intenciones alegadas en las muchas reuniones que hemos debido de soportar. Era como estar ante la conocida pez Dori de “Buscando a Nemo", quien olvidaba absolutamente todo lo que había ocurrido unos segundos antes. ¡Qué desesperación tener que repetir lo mismo una y otra vez! Siempre había que volverles a aportar la misma documentación para luego obtener más que una palabra repetida: “paciencia, paciencia".

Pues bien, será por la dimisión de Pedro, por la denuncia ante los micrófonos de TVE, o por el conocimiento que tienen de la obtención por nuestra parte de firmas de apoyo al Manifiesto Ciclista, parece que empieza a generarse un clima de mejor comunicación. Nos está resultando más sencillo acceder a transmitir nuestros propósitos y se ha obtenido el compromiso de la DGT de impulsar reformas en materia legislativa. De momento hemos procedido a abrir un diálogo con los responsables del Consejo Superior de Tráfico; son prolegómenos, pero algo se ha avanzado. Me comprometo a teneros informados de cualquier acuerdo real, de esos que quedan como compromiso escrito o  publicado en el BOE.

No quisiera cerrar este hilo sin dejar de mostrar mi más profunda decepción por el partido de la oposición, que por cierto gobierna en varias Comunidades Autónomas y multitud de Ayuntamientos. Hemos tenido reuniones con varios de sus máximos responsables, y no han pasado de tener “el minuto bueno" cuando en la reunión estaban presentes Pedro Delgado o Eduardo Chozas. Promesas de ayudarnos, de impulsar reformas, de crear cientos de kilómetros de redes ciclistas, de presentar enmiendas a leyes parlamentarias en tramitación... para luego caer en el silencio y ni dignarse en contestar nuestros correos recordándoles lo prometido; y es que no basta con hacer el “minuto bueno", que hay que llegar hasta el final del puerto. La realidad es que me decepciona que al Sr. Montoro, responsable de políticas económicas del PP, se le llene la boca en cada declaración de críticas a las construcciones de carriles-bici, como si eso fuera una cosa para caprichosos desarrapados ¿Qué esperar entonces de esta gente? O qué decir del descaro con el que el Sr. Gallardón pega el tijeretazo al plan de Movilidad Ciclista dejándolo fuera de juego "sine die";  por no hablar del fragante incumplimiento electoral de la Sra. Aguirre cuyo gobierno se ha desentendido del famoso Plan CYMA en su día encomendado a un Consejero de Deportes decapitado y procesado por la Justicia. Casos concretos de los que podemos dar testimonio directo, al igual que vosotros conoceréis los más cercanos a vuestra zona de residencia.

La seguridad vial del ciclista es un concepto global. Me niego a que se divida entre “ciclistas deportivos y urbanos". Todos vamos en el mismo vehículo, todos tocamos ciudades y carreteras, todos queremos salir desde la puerta de casa a montar en bici a por el pan, o al trabajo y que no nos maten. A salir en la grupeta o alguno incluso a entrenar para ganar el Tour de Francia. Esa es nuestra declaración e intenciones. El problema es de todos los ciclistas, y la solución pasa por el cambio de mentalidad y la superación de prejuicios partidistas, tribales o sectarios. En ello nos implicaremos y seguiremos haciendo lo que esté en nuestras manos. Las víctimas lo merecen. No hay tiempo que perder.