Tras meses de ocultismo desde que fue presentada a la prensa a mediados del año pasado hasta que por fin vio la luz en las ferias de septiembre, hemos podido probar la última evolución de la bici que utilizó Tom Boonen en su intento de ganar la París-Roubaix en su despedida. Esto al menos sobre el papel, ya que la amplia prueba que hemos llevado a cabo por nuestras carreteras nos ha dejado un sabor un tanto agridulce por su comportamiento puramente cicloturista.
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Los amantes de los grandes retos y las kilometradas maratonianas tienen en esta Specialized Roubaix una compañera fiel capaz de llevarles hasta el fin del mundo si hace falta.
Es cierto que en nuestro país estamos bastante condicionados por una práctica del ciclismo meramente deportiva y en ocasiones olvidamos que hay una grandísima mayoría de practicantes que se conforma con superar retos y recorrer preciosas rutas sin fijarse en medias, vatios y esas cosas. Precisamente a ellos parece destinada una máquina en la que, partiendo de un cuadro pata negra, como no podía ser menos tratándose de un FACT 11r, la máxima calidad de los de Morgan Hill, se añaden los cada vez más comunes frenos de disco y unos sistemas de absorción con los que lograr comodidad absoluta sin importar lo rota que esté la carretera por la que rodemos.
Esta elección por parte de la marca tiene como contrapunto la pérdida de cualidades deportivas y, si bien el cuadro y las ruedas podrían aguantar toda la guerra del mundo, la posición en la que se sitúa el cicloturista y el comportamiento sosegado del conjunto hacen que nos olvidemos de pedalear fuerte y cambiemos de chip. Con todo, quisimos ver hasta dónde se podía estirar y en una de las salidas de test conseguimos 32 km/h de media en un entrenamiento de tres horas en solitario. Un buen resultado, aunque a costa de un importante dolor en la parte superior de la espalda por tener que forzar la postura sobre una bici tan corta y alta para ocultarnos del viento. Sin embargo, si tu concepto del ciclismo es acorde al que plantea esta Roubaix, estamos ante un modelo que no tiene límite y que nos permitirá pedalear durante interminables horas sin la fatiga que generan las cada vez más estropeadas carreteras. Llegamos incluso durante la prueba a obviar el saltar los resaltos al atravesar los pueblos tras darnos cuenta de que la bici traga con todo lo que le eches.
AMORTIGUADA
La principal innovación de esta Roubaix es la suspensión delantera Future Shock alojada en la parte superior de la dirección. Se basa en un sistema de muelles, que podemos intercambiar para adaptar al peso del ciclista, y que ofrece un recorrido de 20 mm. Pensando en un uso en carretera se ha optado por los resortes en la búsqueda de la mayor sensibilidad, algo que pudimos comprobar llevando la mano al guardapolvos en cualquier carretera para percibir el constante movimiento de absorción, que se traduce en una casi total eliminación de las vibraciones que ascienden de la carretera. Cuando nos ponemos de pie las primeras veces se siente un pequeño balanceo -para nuestro peso hubiéramos necesitado un muelle más duro- que tras los primeros días nos pasa desapercibido. El peaje que tenemos que pagar por tanta suavidad es que la dirección se eleva varios centímetros, por lo que conseguir una posición más agresiva nos obligará a utilizar una potencia de gran angulación negativa.
COMO UN SOFA
La parte trasera también se renueva completamente y abandona los elastómeros integrados en el cuadro como método de absorción. En su lugar se cambia la ubicación del cierre del sillín, denominada ahora Drop Clamp, que se ubica en la parte intermedia del tubo vertical, justo dando continuidad a los tirantes. Esto deja mucho espacio de flexión a la tija, que se desplaza hasta 20 mm al igual que la parte delantera, aunque en este caso no resulta tan sensible y su efecto es más apreciable en impactos. Para obtener la absorción de vibraciones se mantiene de la versión anterior la tija CG-R con su elaborada cabeza que alberga un pequeño elastómero. Su efecto se deja notar al transitar por firmes irregulares y no digamos ya cuando nos adentramos en algún pequeño tramo de adoquín. La mayor virtud que ha logrado Specialized en esta bici es establecer un comportamiento muy equilibrado en la absorción de ambos ejes, cualidad que queda reforzada por las cubiertas de 28 mm que equipa.
A MANO
Specialized continúa avanzando en sus sistemas de almacenamiento integrado SWAT, que permiten llevar de forma cómoda herramientas y recambios sobre la bicicleta y sin riesgo de perderlos. Ya conocíamos su multiherramienta integrada en el portabidón o el tronchacadenas oculto en la tapa de la potencia. En esta Roubaix, una bici ideada para los más aventureros, van un paso más allá y reinventan el triangulito de toda la vida con un contenedor que se ubica sobre el pedalier ocupando el hueco entre los tubos de sillín y diagonal. Hay que destacar el inteligente diseño, que permite contar con una pequeña multiherramienta bajo su tapa y cuenta con un pequeño clip para dejar algo de dinero para emergencias. Si extraemos la tapa sobre su parte interior tenemos un lugar perfectamente estructurado para un par de desmontables, una cámara discretamente enrollada y una bombona de CO2 con su adaptador. Lo necesario para reparar un inoportuno pinchazo siempre en su sitio.
CONTROL TOTAL
Los principales destinatarios de esta bici van a ser ciclistas preocupados por contar con una posición eminentemente cómoda que les permita afrontar grandes distancias sin molestia alguna, aspecto que las bicis gran fondo consiguen acortándose y subiendo la dirección. En Specialized han llevado esto al extremo exportando el manillar de doble altura similar al que pudimos ver hace unos meses en la aerodinámica Venge ViAS. Si bien en este modelo en concreto logra una posición exageradamente alta -3 cm de diferencia entre sillín y manillar para nuestro 1,83 m de estatura-, es cierto que aquellos no habituados a la bicicleta de carretera, o que no cuenten con la flexibilidad suficiente, agradecerán contar con un puesto de mandos que les permita mantener el control de la bicicleta en cualquier situación sin ningún tipo de tensión muscular.
GEOMETRÍA
Aunque de sus cotas se pudiera extraer un comportamiento deportivo por su dirección cerrada y las vainas contenidas si comparamos con otras opciones gran fondo, la excesiva altura de dirección, que no queda reflejada realmente en su stack al no tener en cuenta lo que añade el sistema Future Shock ni el manillar de doble altura, así como su cortísima longitud, aspecto enfatizado por la ínfima potencia que monta y el escaso alcance del manillar, hacen de esta Roubaix una bici bastante perezosa a la hora de realizar cualquier maniobra. No obstante, tampoco podemos negar que si la obligamos un poquito es capaz de completar los cambios de dirección con sorprendente aplomo, incluso en curvas muy cerradas, siempre y cuando no hagamos que se le acumule el trabajo.
EL JUICIO
¿Merece la pena tanta complejidad? Cierto es que resulta una delicia la gran capacidad de absorción que demuestra la Roubaix, pero ¿necesita tanto un ciclista de carretera? Al menos eso es lo que se nos pasa por la cabeza con nuestra experiencia sobre las principales bicis del mercado y como claros defensores del concepto gran fondo. Está claro que cada vez resulta más complicado innovar en el mundo de las ruedas finas y, si hay una marca capaz de producir revoluciones que marquen tendencia, con un relativo margen a que no funcionen, esa es Specialized. Necesario o no, lo cierto es que la Roubaix cumple con lo que busca. Es un auténtico colchón sobre el que sólo nos preocupamos de dar pedales o mantener la charla con el compañero, y no de lo que pueda haber en la carretera, de si encontramos un bache en la trazada de una curva o si tenemos que clavar los frenos ante un obstáculo
Comodidad extrema es la nota predominante de una bici que da una vuelta de tuerca al concepto gran fondo.
SPECIALIZED ROUBAIX PRO
Cuadro
Cuadro FACT 11r carbon
Horquilla FACT 11r carbon
Tallas 49, 52, 54, 56, 58, 61, 64
Transmisión
Bielas Specialized Pro 50/34
Desviador Shimano Ultegra Di2
Cambio Shimano Ultegra Di2
Mandos Shimano ST-R785
Cadena Shimano CN-HG701
Ruedas
Ruedas Roval 32CL Disc
Casete Shimano Ultegra 11-32
Cubiertas Specialized Turbo Pro 700x26c
Frenos Shimano BR-RS805
Componentes
Manillar S-Works Hover carbon
Potencia S-Works SL
Tija Specialized CG-R
Sillín Specialized Phenom Expert GT
Cifras
Peso total 8,080 kg (incluido SWAT)
Precio 6.499,90 €
Distribuidor Specialized España, informacion@specialized.com