Esta era la tremenda propuesta que nos hacían los organizadores de la l’Ariégeoise, marcha francesa integrante del Circuito Ciclismo a Fondo que en este 2016 celebraba su 22ª edición. Un trazado similar al empleado por el Tour de Francia en alguna de las múltiples ocasiones que ha visitado esta región y que incluía como platos fuertes dos míticos colosos de la ronda gala como son Pailhéres y el descomunal final en Plateau de Beille. Entre ellos, completaban el menú el Col de la Croix des Morts y el Col de Chioula en un territorio sin apenas un metro de descanso denominado acertadamente como l’Ariégeoise XXL y que suponía la novedad de este año sumándose a las otras tres propuestas de distancia ya existentes en una prueba que por otra parte cambia de trazado en cada edición.
Participamos en una jornada de meteorología complicada en la que la niebla en la cima de las montañas nos impidió por una parte disfrutar de las espectaculares panorámicas que ofrece el Pirineo aunque por otra nos libró del intenso calor mezclado con humedad que endurece estos puertos en las jornadas más tórridas.
Para que os hagáis una idea, aquí os dejamos un vídeo recogido por la cámara TomTom Bandit que la marca nos ha cedido para la elaboración de este reportaje. Podréis encontrar una completa crónica en el número 14 de Bicisport que estará a la venta en la primera semana de julio.
Desde Tarascon-sur-Ariège Sergio Palomar