Galerías fotográficas:
- I Galería: Expo Salida paso por el Somport desde las 09:05 hasta las 09:22
- II Galería: Paso por el Somport desde las 09:22 hasta las 09:41
- III Galería: Paso por el Somport desde las 09:41 hasta las 09:59
*Las fotos incluidas en cada una de las galerías se realizaron entre las horas arriba indicadas pero no aparecen ordenadas.
Desde hace 25 años, el penúltimo fin de semana de junio, se celebra en Sabiñánigo (Huesca) la Quebrantahuesos, la marcha más popular y multitudinaria de cuantas se celebran en nuestro país. Más de 10.000 ciclistas, 8.248 en Quebrantahuesos Gran Fondo y 1.929 en Treparriscos Medio Fondo, tomaron la salida para afrontar los 200 y 83 kilómetros que componen cada uno de los recorridos.
Además de los participantes populares, algunos ex profesionales como el pentacampeón del Tour Miguel Induráin o Abraham Olano tomaron parte en la marcha firmando una actuación más que destacada. Como ya es sabido por todos el navarro rompió de salida el pelotón de cabeza, en el que marchaba lo más selecto del pelotón master nacional, y se fugó junto a Ivan Hellín. Juntos coronaron el Somport y llegaron a aventajar en más de 3 minutos al pelotón perseguidor.
Finalmente, Miguelón cruzó la línea de meta en la posición número 96 con un tiempo de 6:07:25, marca que Abraham Olano mejoró en seis minutos. Espectacular el rendimiento de dos de los mejores ciclistas de nuestra historia.
La climatología que acompañó a los participantes fue excepcional durante todo el recorrido y se vivió una jornada muy estable en la que el sol ha lucido prácticamente a lo largo de todo el recorrido y especialmente en Sabiñánigo, que ha registrado máximas de 26 grados.
Como se viene haciendo desde hace dos años, la carretera estuvo cortada al paso de vehículos para preservar la seguridad de todos los participantes y todas las personas relacionadas con la prueba. Hubo un total de187 efectivos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un equipo médico con 158 sanitarios y enfermeros, 17 médicos y 34 ambulancias; y un sistema de seguimiento por satélite y 12 puntos de control intermedio.
Un año más, en meta se comprobó el carácter mítico de esta prueba que para muchos participantes es la culminación de muchas horas de trabajo duro a lo largo de todo el año. Sonrisas, aplausos, lloros, ánimos y muchas caras de satisfacción. Aunque es dura, durísima, la Quebrantahuesos deja huella y la mayoría ha prometido regresar, si el sorteo de plazas lo permite.