El Presidente de la UCI, Brian Cookson, lo ha dejado bien claro en varias ocasiones: el ciclismo no puede permitirse que uno de las estructuras que forman parte del WorldTour protagonice cuatro positivos en un año y menos aún si este es el equipo del ganador del Tour de Francia.
Primero fueron los dos hermanos Iglinsky, Maxim y Valentin, ambos suspendidos por EPO, posteriormente Ilya Davidenok, positivo durante el Tour del Porvenir por esteroides androgénicos anabolizantes, y ayer, Viktor Okishev, corredor del equipo filial del Astana. La comisión de licencias de la UCI, órgano encargado de otorgar, negar o retirar las licencias del World Tour, es quien está estudiando el caso y tomará una decisión en las próximas semanas sobre el futuro del equipo de Vincenzo Nibali y Fabio Aru.
Una de las posibilidades que se baraja es retirar la licencia World Tour que posee el conjunto kazajo y que le da acceso a las carreras más importantes del mundo. De ser así, Astana no tendría asegurada su participación ni en el Giro ni en el Tour ni en la Vuelta, situación similar a la que vivieron en 2008, año en el que la organización de la Grand Boucle le denegó una invitación a su carrera debido al positivo de Alexander Vinokourov el año anterior. Por ese motivo, Alberto Contador, que por aquel entonces era ciclista del Astana, no pudo defender el maillot amarillo que consiguió en la edición prevía, ¿viviremos el próximo año una situación similar con Vincenzo Nibali?
