La polémica por el uso de frenos de disco en competición ha vuelto a sacudir la actualidad ciclista. Ayer, en la primera etapa del Abu Dhabi Tour, se produjo una espectacular caída bajo el arco del último kilómetro que mandó al suelo entre otros a Caleb Ewan (Orica), Owain Doull (Sky) y Marcel Kittel (Etixx), el único que rodaba con frenos de disco en su bicicleta de los 158 ciclistas que tomaron parte en la carrera. A pesar de la dureza del incidente, todos pudieron cruzar la meta sin lesiones de gravedad, más allá de contusiones, quemaduras y heridas, pero en la red rápidamente comenzó a circular la fotografía de la zapatilla izquierda de Doull con un notable corte en la zona del empeine.
El propio ciclista británico fue el primero en asegurar que los desperfectos de su zapatilla se habían producido por el contacto con uno de los discos de la bicicleta de Kittel durante la caída. “Lo ha provocado un disco. Nada más podría cortar así, es como un cuchillo. Podéis ver que el corte sobre la zapatilla es una línea delgada, perfectamente recta. Honestamente, me siento afortunado de que no me haya pillado la pierna”, aseguró Doull en declaraciones a Cyclingnews, en las que además añadió que “a menos que se coloquen cubiertas –sobre los discos-, son bastante letales”. En la toma aérea de la señal televisiva -a partir del segundo 25- puede apreciarse que Doull, con el maillot negro del Sky y situado entre Ewan y Kittel, cae junto al ciclista australiano contra las vallas mientras que el velocista del Quick Step sale despedido hacia delante sobre el asfalto, por lo que es difícil determinar en qué momento pudo impactar con uno de los discos de Kittel.
Las reacciones en el seno del pelotón no se hicieron esperar y en las horas siguientes decenas y decenas de corredores se postularon rotundamente en contra del uso de los frenos de disco en redes sociales, incluido Alberto Contador, que escribió en su Twitter: “Una bici con frenos de disco de las 150 del pelotón y pasa esto. Por suerte no fue en el pie, ¿qué pasaría con 158?”. El destinario del mensaje era la UCI, que también ha recibido un toque de atención por parte de Froome. “Si un disco caliente corta la arteria de un ciclista puede verse en un gran problema. Espero que antes de llegar a ese punto nos detengamos y hagamos balance”.
Hace unas semanas, la ACP (Asociación de Ciclista Profesionales) emitió un comunicado pidiendo que no se continuarán realizando pruebas en competición sobre el uso de frenos de disco hasta que no se garantizarán las siguientes tres pautas de seguridad: “que los bordes de los discos se redondeasen; segundo, que estos fuesen cubiertos externamente por un cárter de seguridad; y tercero, que todos los participantes en competiciones donde se realizasen ensayos estuviesen equipados con este tipo de frenos para que las bicicletas tuviesen la misma eficacia de frenada”. La UCI respondió a la ACP pidiendo que “respetarán el proceso democrático” de implantación de los frenos de disco, algo sobre lo que Wout Poels, compañero de Doull en el Sky, realizaba la siguiente reflexiona: “La UCI nos pide que respetemos el proceso democrático, pero creo que se les olvidó preguntar a los corredores que piensan de él”.
Esta última polémica ha vuelto a avivar el fuego que ya se inició la pasada primavera cuando Fran Ventoso sufrió una terrible herida en la pierna durante la disputa de la París-Roubaix por el impacto con un disco y que provocó la suspensión cautelar del uso de esta tecnología de frenado durante varios meses. Tras la conclusión de la pasada campaña, la UCI comunicó que durante este 2017 retomaría las pruebas con los frenos de disco y transcurrido escasamente un mes desde que arrancó la competición la discusión sobre su uso ha vuelto a apoderarse de la actualidad ciclista. La UCI, de momento, no ha emitido ninguna comunicación oficial al respecto ni ha tomado ninguna medida, pero la primera consecuencia del incidente no se ha hecho esperar: hoy Kittel no está utilizando ya su bicicleta con frenos de disco.