Previo Tour de Francia 2014: Froome vs Contador

Los dos grandes favoritos, los dos mejores vueltómanos de la actualidad, se enfrentaran presumiblemente a pleno rendimiento en la edición más atractiva de la última década.

Carlos Faba

Previo Tour de Francia 2014: Froome vs Contador
Previo Tour de Francia 2014: Froome vs Contador

Hace algo menos de medio año, se escuchaban conversaciones repletas de pesimismo en la redacción de Ciclismo a Fondo tras la renuncia de Nairo Quintana al Tour de Francia en favor del Giro. Aquel día, casi que podrían haberle dado el amarillo y el trofeo de vencedor a Chris Froome sin ni siquiera comenzar la prueba. Sin el colombiano no parecían existir alternativas reales al triunfo.

 

El transcurso de la temporada ha invertido completamente la situación y ha dispuesto, a escasos días del arranque de la Grand Boucle, una de las ediciones más atractivas, probablemente la que más, de la última década. En Yorkshire, histórico condado del Norte de Inglaterra, el de mayor extensión del Reino Unido, arrancará un Tour en el que se enfrentarán de tú a tú, Alberto Contador y Chris Froome, los dos mejores vueltómanos de la actualidad, presumiblemente, a pleno rendimiento. A ellos hay que sumar la presencia de Vincenzo Nibali, la gran alternativa de poder al madrileño y al inglés, Alejandro Valverde, que llega seguramente en el mejor momento de su carrera deportiva, y Andrew Talansky, reciente vencedor del Criterium del Dauphine. Estos cinco hombres son los cabeza de cartel de la edición 101 de la ronda gala que llevará al pelotón por las incómodas carreteras inglesas, tramos de pavé, los Vosgos, Alpes, Pirineos y, para cerrar, una contrarreloj de 54 kilómetros que revelará el ganador final.

Chris Froome y Alberto Contador

Chris Froome es el último ganador del Tour Francia y desde su irrupción en la élite del ciclismo, allá por la Vuelta de 2011, ha demostrado ser el corredor más fuerte del mundo en carreras por etapas. Uno de los mejores escaladores que existen -únicamente Contador y Quintana pueden disputarle el título- y, sin duda, el mejor contrarrelojista entre los escaladores.

La superioridad con la que venció el pasado año en la Grand Boucle no la veíamos desde los tiempos de Armstrong. La esperanza para sus rivales y espectadores –en favor de la emoción- es que ya demostró su condición de humano en Alpe D’huez y Semnoz donde víctima de sus precipitadas decisiones cedió algo de tiempo con respecto a los mejores. Además, si en 2013 todo fue favorable para Froomey, este curso no ha podido encontrar el ritmo hasta el Tour de Romandía por diversos problemas físicos que le han impedido competir con continuidad. Aun así, no hay dudas con respecto a la condición física del ciclista del Sky que volverá a ser excelente desde el momento en el que el pelotón tome la salida en Leeds. Tanto él como Contador llegarán al Tour con su mejor versión por lo que pequeños detalles pueden ser los que decidan la carrera.

El español, actual número 1 del World Tour,  ha ido inclinando a su favor la batalla psicológica entre ambos ganando allí donde ha corrido mientras que Froome intentaba superar sus problemas de salud. Hasta el Criterium du Dauphine no habíamos visto más que una Guerra Fría, en la distancia, donde los mensajes lanzados desde el entorno del inglés a través de Twitter denotaban un nerviosismo injustificado. Las ganas del último amarillo del Tour de invertir la situación, le hicieron enfrascarse en una espectacular pero innecesaria batalla con Contador en la segunda etapa del Dauphine, primera de montaña, que acabó pagando con el paso de los días. El del Tinkoff-Saxo aguantó su rueda en aquella jornada y aprovechó los días venideros para avivar el nerviosismo de Froome con ataques bajando –que ya vimos en la pasada Grand Boucle cuanto incomodan al inglés-, y demostraciones de poder, como su ataque a 30 de meta con dos puertos aún por ascender en la última jornada de la Dauphine en los que endosó casi cuatro minutos al ciclista del Sky que, es importante puntualizar, se encontraba magullado por una caída.

Aún teniendo en cuenta el favorable precedente de la Dauphine, Alberto tendrá que aprovechar cada metro, cada oportunidad, para intentar adquirir una ventaja con respecto a Froome que le permitá afrontar con garantías la última contrarreloj donde el keniata de nacimiento será superior previsiblemente. Por ello, insistimos en que la mayor habilidad del español a la hora de manejarse en carrera puede resultar clave para ganar tiempo sin tener que para ello plantear ataques en cada ascensión importante de la carrera lo cual supondría un desgaste muy importante que podría pagar con el paso de los días.

Otra de las grandes incógnitas será el rendimiento de los equipos que acompañarán tanto a Froome como a Contador. El dominador del ciclismo las dos últimas temporada, el Sky, ha firmado una primera mitad de temporada bastante floja en la que corredores como Richie Porte o Edvald Boasson Hagen han pasado absolutamente desapercibidos. Está por ver cuál será el rendimiento del australiano en el Tour pues el noruego ni si quiera estará. El bloque español que acompañará a Froome, una vez más, parece el más sólido del equipo. David López, Xavier Zandio y sobretodo Mikel Nieve son hombres de gran calidad y sobradas garantías para la montaña. Geraint Thomas, ciclista todo terreno, que ha realizado una sensacional campaña demostrando una gran progresión en la montaña, ha de ser el otro hombre clave.

El Tinkoff-Saxo acudió a la Dauphine con un equipo B que naufragó estrepitosamente, especialmente en esos momentos en los que Alberto necesitó tener un bloque sólido al lado. Bjarne Riis, director del equipo, no podrá alinear además a Roman Kreuziger por valores anómalos en su pasaporte biológico. El ciclista checo, quinto en el pasado Tour, estaba llamado a ser el último hombre de Contador en la montaña. Aun así, el equipo parece de garantías con ciclistas de la calidad de Nicolas Roche, Michael Rogers y Rafal Majka, a los que hay que sumar la veteranía y saber hacer en carrera de hombres como Danielle Bennati, Matteo Tosatto, Sergio Paulinho o Jesús Hernández.

El regreso de la mejor versión de Contador, los problemas físicos que han lastrado a Froomey durante lo que va de año y su ansiedad en carrera, permiten imaginar un escenario en el que el ciclista del Sky no llegue vestido de amarillo a los Campos Elíseos de París, posibilidad inimaginable hace tan solo unos meses.