Sergio Palomar y Joaquín Calderón, director y jefe de pruebas, respectivamente, de la revista Bicisport, se posicionan en este debate.
A FAVOR
Joaquín Calderón: “El usuario tipo de estas bicis sólo busca disfrutar"
“Las bicis eléctricas permiten a algunas personas plantearse rutas que hasta ahora no se atrevían a realizar; hacen posible que sigan unidos grupos con disparidad de niveles, sin que unos se aburran ni otros se sientan incómodos porque les tengan que esperar… y, sobre todo, suponen una segunda oportunidad de practicar nuestro deporte favorito a personas que han superado enfermedades o no pueden recuperar el nivel que tenían antes de una lesión. Sólo por eso, por su capacidad de atraer a nuevos aficionados o de facilitar que otros sigan practicando su pasión, merecen que las miremos sin reticencias. Son poco útiles si tus medias se acercan a 30 km/h, de acuerdo; pero es que probablemente el usuario potencial no quiera ni acercarse a esas velocidades ni tampoco se las compre para presumir de que puede batir sus registros en algunos tramos. Al contrario, el usuario tipo de estas bicis con asistencia sólo busca una cosa: disfrutar. Y, si en vez de una ruta corta y con un sólo puerto, puede plantearse, gracias a esta asistencia eléctrica, un recorrido con varias subidas y dos mil metros de desnivel, ¿se lo vamos a negar? ¿Por qué, por abanderar la pureza del esfuerzo y la superación? Abramos la mente, que no sólo es válida nuestra concepción del cicloturismo y, sobre todo, practiquemos algo que parece que estamos perdiendo cuando nos subimos a la bici: el respeto".
EN CONTRA
Sergio Palomar: “Más inconvenientes que ventajas para el usuario medio"
“Como todo en este mundo, al final depende del caso particular de cada uno, pero en mi opinión las bicis eléctricas presentan más inconvenientes que ventajas para el usuario medio. La primera de ellas la fija la limitación legal que impide que el motor aporte asistencia por encima de 25 km/h. Salvo que te muevas exclusivamente por terreno montañoso, es una velocidad muy fácil de superar, y ¿qué ocurre entonces? Simplemente que tenemos una bici normal pero de 13 o 14 kg de peso. Luego está el aspecto de la autonomía ya que, por mucho que quieras estirar la batería es difícil hacer que dure más de 3 horas. Y no olvidemos el aspecto social. La bici en carretera se realiza en muchas ocasiones en grupeta. Ir descolgándote en terreno fácil por llevar una bici pesada que no te ayuda y luego sacando los ojos a los compañeros en cuanto se pone hacia arriba no puede conducir a nada bueno en un deporte en el que la gente se pica hasta con su sombra".