Los Pirineos se vistieron de gala este fin de semana para celebrar la segunda edición de la Orbea Pax Avant. Más de 1.500 participantes han disfrutado de un espectacular día en los Pirineos en los que han recorrido los tres retos que Orbea propuso: la marcha de 100 kilómetros, una segunda de 143 y, el más duro de ellos, el de 192 km y más de 5000 metros de desnivel. Todo ello a través de la zona más salvaje del Pirineo donde los profundos valles bajan a 300 metros osbre el nivel del mar mientras que en las cimas de los puertos sobrepasamos los 1.700 m de altitud.
La humedad que se concentra en estos valles y la alta temperatura, por encima de los 30º, añadieron un punto extra de sufrimiento a una prueba ya muy exigente de por sí. La respuesta de todos los participantes fue extraordinaria, creando un ambiente realmente festivo desde el momento de la salida en Isaba a las 7.30, 8,00 y 8,15 de la mañana para recorrer los más emblemáticos puertos de Pirineo. Desde Laza, Larrau, Issarbe hasta el gran Lapierre de St. Martin, los y las corredores han hecho acopio de fuerza, casta y energía para llegar hasta la meta de la localidad perteneciente al Valle del Roncal.
Todos los participantes, una vez terminada la prueba, coincidían en destacar la belleza y la extrema dureza de esta prueba que hace de su buena organización una de sus principales señas. Con respecto a las clasificaciones, en la marcha de 192 km Iván Santurde (7:08:06), Juan Jesús Irigaray (7:33:41) y Jon Zubeldia (7:42:57) han finalizado en el podio final. En el recorrido de 143 km Arkaitz Lizartza (5:19:23), Ander Nafarrate (5:22:40) y Rubén de Antonio Echeverria (5:22:42) han sido los más rápidos. Sergio Zarranz (3:49:21), Simon Andre (del Orbea Enduro Crew con un tiempo de 3:51:35) y Manuel Vicente Pastor (3:57:12) han sido los tres primeros en la marcha de 100 kilómetros.
Orbea y el Ayuntamiento de Isaba, como organizadores de la prueba, quisieron remarcar su agradecimiento a Skoda, FSA, las asociaciones deportivas del valle, Kurruxka y el Club Deportivo Pirineos, así como a todos y todas los voluntarios y voluntarias, la Cruz Roja y a las autoridades navarras y francesas por hacer posible este evento.