Vuelta a España

Los Lagos de Pinot

El francés Thibaut Pinot cierra su triple corona de victorias parciales en las grandes vueltas con un éxito en los Lagos de Covadonga que le sitúa séptimo en la general de la Vuelta.

Texto: Juanfran de la Cruz. Foto: PhotoGomez Sport.

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Thibaut Pinot celebra su victoria en los Lagos de Covadonga, meta de la decimoquinta etapa de la Vuelta 2018.

Otrora los Lagos de Hinault, este domingo fueron los de Pinot. En el diseño de etapa posiblemente más duro de todos los que han tenido como final la icónica escalada que debutó en la ronda española en 1983, uno de los nombres ilustres dentro de la nómina de participantes de la Vuelta 2018, el francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ), cerró su particular reto de conquistar al menos una etapa en las grandes vueltas al imponerse en la cumbre de los Lagos de Covadonga.

Es la tercera victoria de un francés en el símbolo montañoso de la Vuelta, las otras dos con la firma de Laurent Jalabert hace más de veinte años. Una victoria, un premio a su persistencia que le impulsa hasta la séptima plaza en una general donde sigue al frente el británico Simon Yates, que se cimentó en un ataque a 6,2 kilómetros del final, al paso por La Huesera, después de un reagrupamiento entre los ilustres tras un primer movimiento de Miguel Ángel López.

El colombiano del Astana fue el primero en moverse y el que más se encargó de endurecer la parte más exigente de la etapa a través de sus compañeros. El Astana puso un altísimo ritmo desde la primera de las dos subidas al Mirador del Fito, un trabajo que se mantuvo hasta que, en la subida final, con apenas dieciséis corredores en el grupo de favoritos, a algo menos de ocho kilómetros para la meta, y poco después de que fuera cazado el guaje Iván García Cortina, sólo en cabeza como último exponente de una fuga de doce corredores (el citado García Cortina, Nicolas Roche, Imanol Erviti, Ben King, Pierre Rolland, George Bennett, Danny van Poppel, Tao Geoghegan Hart, Bauke Mollema, Fabio Felline, Valerio Conti, Nick Schultz). Fue entonces cuando lanzó su demarraje López. El primero.

Superman fue neutralizado por el esfuerzo de Richard Carapaz para Nairo Quintana, momento en el que tuvo lugar un pequeño parón entre los ilustres. Ese fue el caldo de cultivo donde nació el ataque demoledor de Pinot, capaz de amasar una quincena de segundos que consolidó, todo un pasaporte para llegar en solitario a la meta mientras detrás se desarrollaba una dinámica de ataques y contraataques en el grupito que formaban Yates, López, Quintana, Kruijswijk y Enric Mas. Rigoberto Uran, el primero de los mortales, se desenganchó en La Huesera y, como en Les Praeres, a su ritmo a punto estuvo de volver a conectar antes del Mirador de la Reina. No pudo, cedió tiempo y dos plazas en la general. Pero la lucha contra el reloj no les esquiva para un reenganche.

El jersey rojo, transmitiendo tanta seguridad como fortaleza, arrancó en un par de ocasiones. Valverde en primera persona se puso a trabajar para Quintana. El murciano pasaría una pequeña crisis, debilidad temporal compartida con Kruijswijk, pero ambos se reharían antes del último arreón de Miguel Ángel López, golpe de mano que le permitió recuperar unos segundos con respecto al podio, donde resisten en las mismas posiciones Simon Yates, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. Aunque Yates, oportunista, también pescó algunos segundos por el corte y las bonificaciones, ergo es ligeramente más líder justo antes de la crono del martes, en Torrelavega, tras la segunda y última jornada de descanso de este lunes.

Los diez primeros de la decimoquinta etapa.

Así va la general provisional.

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