Después de ocho etapas frenéticas, hoy se ha vivido la primera jornada tranquila de La Vuelta. Una etapa sin mucha más historia que una fuga consentida, controlada y neutralizada a 22 km del final y resolución al sprint en Aguilar de Campoo, en el que Sam Bennett imponía su mayor potencia sobre Pascal Ackermann y Gerben Thijssen.
Pero cuando el irlandés del Deceuninck estaba celebrando su segunda victoria en La Vuelta 2020 llegó la noticia de que el jurado técnico estaba revisando las imágenes de su sprint, ante la reclamación del BORA-hansgrohe por una posible maniobra irregular. Algo que se confirmó, con la consiguiente desclasificación de Bennett, que fue relegado a la última plaza del grupo que disputó la volata. ¿El motivo? A falta de 700 metros, durante el lanzamiento del sprint, el irlandés dio dos cabezazos al letón Emils Liepiņs (Trek-Segafredo) en la lucha por la posición. El jurado consideró peligrosa la maniobra y sancionó a Bennett, que se quedaba sin victoria número 50 como profesional.
Así, el alemán Pascal Ackermann subía al podio como vencedor (es su séptima victoria de la temporada y la número 29 como profesional), mientras que la segunda plaza fue para el belga Gerben Thijssen (Lotto Soudal) y la tercera para el también alemán Max Kanter (Sunweb), con el Caja Rural Jon Aberasturi séptimo.
"Cuando vi el vídeo comprobé que no fue una acción justa por parte de Bennett. Creo que, después de las caídas de la última semana, tenemos que cuidar de los demás corredores. Si no hay hueco para esprintar tenemos que detenernos", dijo Ackermann, feliz,, tras conocer la decisión del jurado de La Vuelta. Lo siento por Sam, pero a mí me descalificaron en el G,P Escalda y creo que tenemos que rodar todos más limpio -añadió-. Estoy muy feliz por esta victoria y también por mi equipo, ya que hicieron un trabajo increíble. Lo hicieron todo para estar delante y estoy feliz de devolverles algo".
Dos modestos en fuga
La Base Militar Cid Campeador, en el pueblo burgalés de Castrillo del Val, acogió la salida de la 9ª etapa de La Vuelta, de 157,7 km llanos, ideal para una resolución al sprint... si no lo impedían el viento y los temidos abanicos. Pero el viento no apareció y se vivió una jornada muy tranquila tras el espectacular duelo de ayer entre Primoz Roglic y Richard Carapaz en las rampas del Alto de Moncalvillo.
Nada más darse el banderazo de salida saltaron Arit Bagües, del Caja Rural-Seguros RGA, y el colombiano Juan Felipe Osorio, del Burgos-BH. Una fuga cómoda para el pelotón (de sólo dos ciclistas y modestos), que la dio por buena, dejando que alcanzaran una ventaja superior a los cinco minutos. Fue entonces cuando el Deceuninck-Quick Step de Sam Bennett cogió el mando para controlar y reducir la diferencia.
A partir de ahí la situación de carrera se estabilizaría, con Bagües y Osorio disfrutando durante muchos kilómetros de ventajas de entre dos y cuatro minutos, pero siempre controlados por los equipos de los velocistas, que ya olían la segunda llegada masiva de La Vuelta. Acércandose a Aguilar de Campoo -por donde harían un primer paso por meta a 35 km del final- el pelotón acelera para terminar con la aventura de los escapados llegando a Salinas de Pisuerga, a 21 de meta.
Los últimos kilómetros nos dejaron la lucha de los equipos de los velocistas por entrar bien colocados a la parte final, y también un pequeño susto para Primoz Roglic, que pinchó a 12 km del final, aunque rápidamente le cambiaron la bicicleta y pudo reintegrarse al gran grupo.
Todo se resolvería en una volata con viento de cara que ganaría Sam Bennett, posteriormente desclasificado por "maniobra irregular", lo que otorgaba la victoria oficial al alemán Pascal Ackermann (BORA-hansgrohe). No hay cambios en la clasificación general, que sigue liderada por Richard Carapaz, con los favoritos esperando las decisivas etapas de montaña en tierras asturianas del fin de semana.
CLASIFICACIÓN 9ª ETAPA
CLASIFICACION GENERAL
