La primera batalla de montaña de La Vuelta nos ha deparado una etapa espectacular, endurecida por la lluvia que ha caído en tierras cántabras, de la que sale como gran triunfador un Remco Evenepoel que se viste de rojo tras rematar con valentía, fiel a su estilo, el gran trabajo que ha hecho toda la jornada el Quick-Step Alpha Vinyl, con mención especial para un Julian Alaphilippe que se vació por su líder.
Pero la etapa, de las que hacen afición, nos ha dejado muchos más triunfadores, empezando por el escalador australiano Jay Vine (Alpecin-Deceuninck), quien en la cima del inédito Pico Jano, y entre una cerrada niebla, ha levantado los brazos por primera vez en su prometedora carrera profesional, que arrancó tarde (fichó por el Alpecin en 2021 gracias a sus éxitos en el ciclismo virtual, en la Zwift Academy). Tras ser segundo este año en la Vuelta a Turquía y el Tour de Noruega, estrena su palmarés a lo grande, en una etapa de la máxima exigencia
Saltó del pelotón a falta de 10 km, junto a Elie Gesbert y Davide Villella, se machó de ellos, rebasó a Mark Padun, que era cabeza de carrera, y aguantó el ritmo salvaje que por detrás marcaban Evenepoel y Enric Mas, el único que pudo seguir el arranque de la bestia belga a 7 km del final.
Porque la etapa de hoy también supone la confirmación de que Enric Mas ha venido a La Vuelta a por todas. Mientras cedían favoritos como Roglic, Simon Yates, Hindey, Almeida, Sivakov, Supermán López o Higuita -y antes lo habían hecho otros como Carapaz, Landa o Nibali, que dicen adiós a sus opciones en la general- el líder del Movistar Team se aferraba con buenas piernas al potente pedalear de Evenepoel, que estaba destrozando la carrera. Mas llegó a la cima del Pico Jano tras el belga, a 16" de Vine, y asciende a la tercera plaza de la general.
También deslumbró Juan Ayuso, quien a sus 19 años y en su primera Gran Vuelta se confirma como gran estrella, ya no del futuro, sino del presente. Regulando el ritmo con maestría, soltó a los Roglic, Yates, Sivakov y Hindley para marcharse con decisión a por el dúo que estaba poniendo patas arriba La Vuelta. Entró cuarto en meta, a 55" del ganador, y con 42" de adelanto sobre este grupo de favoritos. Enorme presentación en sociedad en una Gran Vuelta la de la gran perla del ciclismo español.
La 6ª etapa ha dado un vuelco total a la ronda española. Quick-Step sacó rédito de su valiente apuesta y Remco Evenepoel ya manda en la general. Saca 28" a Enric Mas, 1´01" a Roglic, 1´12" a Ayuso, 1´27" a Sivakov y Geogeghan Hart, cerca de 2´a Simon Yates, Alemida y Hindley... A partir de ahora empieza una nueva Vuelta a España.
Montaña y lluvia
Con la noticia del abandono, tras dar positivo por COVID-19, del checo del Intermarché Jan Hirt -6º en el pasado Giro de Italia-, arrancó desde Bilbao la 6ª etapa, primera gran batalla de montaña con tres puertos puntuables y el encadenado final de Collada de Brenes (6,8 km al 8,2%) y Pico Jano (12,6 km al 6,6%). Llovía en tierras cántabras, lo que condicionó el transcurso de la etapa en forma de varias caídas en los descensos, convertidos en una trampa.
A diferencia de lo ocurrido ayer, la fuga se consolidó muy pronto, con diez ciclistas y doble representación española: Rubén Fernández (Cofidis), Xabier Mikel Azparren (Euskaltel-Euskadi), Mark Padun (EF Education-EasyPost), Nelson Oliveira (Movistar Team), Fausto Masnada (Quick-Step Alpha Vinyl), Kaden Groves (BikeExchange-Jayco), Marco Brenner (Team DSM), Dario Cataldo (Trek-Segafredo), Xandro Meurisse (Alpecin-Deceuninck) y Jan Bakelants (Intermarché-Wanty-Gobert), el mejor emplazado en la general, a 5´02” del maillot rojo Rudy Molard.
Groupama-FDJ tomaba el mando, pero sin impedir que la ventaja de los diez fugados creciera rápido. Ya en tierras cántabras, coronaron el Puerto de Alisas -2ª de 8,7 km al 5,2%- con cerca de 6 minutos de adelanto, lo que convertía a Bakelants en líder virtual. Tras un nervioso descenso, en el que una caída que afectó a Jesús Herrada, Lluis Mas y Ander Okamika cortó momentaneamente el pelotón, Quick-Step se puso al comando pero con un ritmo de control más que de caza.
La carrera se acercaba a la primera dificultad del encadenado, la Collada de Brenes (6,8 km al 8,2%), y una fuerte aceleración de INEOS Grenadiers redujo de manera importante la brecha, que quedó en apenas dos minutos. Una nueva caída en terreno descendente implicó a varios corredores (Carl Fredrik Hagen, del Israel, fue el más efectado) y dejó cortados, entre otros, al líder Molard y a Enric Mas, aunque acabarían entrando en un grupo principal en el que Quick-Step, con el campeón del Mundo Julian Alaphilippe y Louis Vervaeke vaciándose, no daba tregua. Quien no enlazaría fue Juanpe López, uno de los grandes damnificados del día (perdió más de 19´).
La fuga saltó por los aires en las primeras rampas de este puerto, endurecido por la presencia de la lluvia. Mark Padun sacó su mejor versión y se quedó solo en cabeza, perseguido por Rubén Fernández y Fausto Masnada. El ucraniano volaba. En el grupo de favoritos la criba también era notable y Rudy Molard terminó cediendo. Un pelotón reducido a unas 40 unidades, sin el maillot rojo, coronaba a 1'50".
Pero el peligroso descenso de la Collada de Brenes, con el suelo mojado, se le atragantó a Padun, bloqueado en cada una de sus curvas. Así, las diferencias se comprimieron: camino a las primeras estribaciones del Pico Jano, Fernández y Masnada fueron absorbidos por el grupo de favoritos, que rodaba a unos 50" comandado por los Quick-Step, que seguían endureciendo la carrera en una valiente apuesta por Evenepoel. Sufriendo, el líder Molard entraba en el pelotón justo antes de afrontar la subida final al Pico Jano (12,6 km al 6,6%), donde todo se decidiría. Tras un trabajo espectacular, Alaphilippe se retiraba de la cabeza del pelotón, pero el equipo belga seguía dando ritmo.
A falta de 10 km se produjo el movimiento de Jay Vine que finalizaría con el escalador australiano levantando los brazos en la cima del Pico Jano tras firmar una espectacular subida (fue quien más rápido la hizo). Poco después, tras un primer ataque de Simon Yates, llegó la apuesta decidida de Remco Evenpoel -con un potente arrancada y un ritmo sostenido que solo pudo seguir Enric Mas-, que lo puso todo patas arriba. La Vuelta 2022 entra en una nueva dimensión.
Mañana, 7ª etapa (Camargo-Cistierna, de 190 km) por tierras leonesas, con un terreno propicio para la escapada. Discurre por un trazado sinuoso que incluye en su ecuador el ascenso a San Glorio (22,4 km al 5,5%). Los favoritos intentarán guardar fuerzas para afrontar el duro fin de semana que les espera en tierras asturianas, por lo que será, a priori, una jornada ideal para los aventureros.
CLASIFICACIONES
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