En su visita a la sede del equipo Visma para celebrar la segunda grande del año para el equipo holandés (tras el Giro de Simon Yates)Jonas Vingegard comentó con la prensa la extraña celebración de su triunfo en la Vuelta tras los disturbios por las protestas contra el equipo Israel que impidieron el normal final de la ronsa española. “Ganar La Vuelta fue muy especial, con o sin celebración. Pero cuando supe que no habría ceremonia del podio, me sentí muy decepcionado, me arrebataron ese momento. Aún así, celebrarlo sobre una nevera portátil, fue mucho más bonito, un recuerdo más íntimo. Fue mucho más bonito de lo que esperaba y ha sido uno de los mejores momentos de mi carrera”
Ese momento tan especial se lo debe el danés a la madre de uno de sus rivales: la madre de Tom Pidcock, que no se quería irse de vuelta sin ver a su hijo en el podio de una de las tres grandes. “La idea del podio surgió de la madre de Tom Pidcock. Gracias al Q36.5 y a nuestro equipo organizamos todo rápidamente. Veníamos todos de hoteles distintos pero nos llevamos bien con el equipo de Pidcock. Fue fantástico que se celebrase, aunque tuvimos que mantenerlo en secreto porque Riccitello iba a recibir su maillot blanco, y si los manifestantes lo hubieran sabido no habría sido tan seguro”, confesó Jonas Vingegaard.
Hoy la Comunidad de Madrid ha anunciado que concede la medalla internacional a Jonas Vingegaard para que pueda subir en el mes de mayo a un escenario de verdad en la capital de España para recoger este galardón.