Todos los cambios de categoría se notaban, pero uno de los más difíciles era el paso de junior a categoría amateur. En ella había ciclistas de mayor edad y además algunos que ya sabían lo que era el profesionalismo. La duda era a donde ir, todos deseábamos un gran equipo donde te dieran bici, ropa espectacular, tuvieran grandes coches y solo decir su nombre impresionara. Queríamos ir a los equipos donde algunos ciclistas habían conseguido dar el salto, aunque eso no te garantizara el conseguirlo. Para eso lo mejor era estar en las filas de un equipo filial, que fuera cantera de alguna de las escuadras que en aquel entonces formaban el pelotón profesional. Se acercaba el final de la temporada y todos los compañeros comenzaban a comentar a que equipos amateur dirigían su rumbo, yo aún no sabía nada. Tanto Tino como Chus, mis directores, me decían que estuviera tranquilo, que no me preocupara. Recuerdo que tuvimos un encuentro en una de las carreras y me dieron la noticia. “Luis queremos que tu primer año sub23 vayas a un equipo donde te cuiden, donde corras lo justo y necesario y sobretodo donde sigas amando a este deporte”. Seguía sin enterarme de mucho, ese podía ser cualquier equipo, pensaba yo. “Eres joven y no queremos que castigues tu físico y sobretodo tu mente más de lo necesario, ahora toca aprender, adaptarte a la categoría y sin ningún tipo de presión”. Estaban intentando decirme que querían que fuera a uno de los grandes equipos españoles, pero no ahora, no era el momento. Les dije que estaba de acuerdo, siempre me habían cuidado al máximo y mi intención era seguir aceptando sus sabios consejos, aunque os reconozco que al principio me resultó extraño. Mi temporada en junior había sido buena, conseguí hacer buenos puestos y eso me abría puertas, pero no era el momento de cruzarlas. Un equipo de nueva creación en Pola de Lena, dirigido por dos jóvenes directores era mi destino. A muchos les extrañó que hubiera elegido pasar mi primer año amateur allí teniendo la posibilidad de irme a otros, yo estaba tranquilo, tenía mucha confianza en lo que estaba haciendo, había entendido el mensaje.
Recuerdo mi primer entrenamiento de pretemporada, estaba un poco nervioso y tímido, no conocía a nadie excepto a mi compañero y amigo Julián, que también venia conmigo de la categoría junior. Rolando y Fernando, los directores, enseguida rompieron el hielo y comenzaron a hablar con nosotros. Antes de comenzar a hacer un poco de trabajo físico, tuvimos una charla corredores y cuerpo técnico. Nos dejaron claro que estábamos dentro de una familia, no teníamos presión ninguna por conseguir grandes resultados, lo importante era que los jóvenes nos adaptáramos a la categoría y que los veteranos ejercieran de mentores. De esa manera también llegarían los resultados, pero no era lo más importante, no era el objetivo. Sí, estaba en el lugar adecuado para seguir persiguiendo mi sueño, llegar a profesional. “Es el manager del equipo, el patrocinador principal”, al final del entrenamiento llegó Heriberto para decirnos unas palabras. Un hombre apasionado del ciclismo que tenía igual de claro que sus directores, la esencia de aquel equipo. “Chavales estoy encantado de haber conseguido sacar este proyecto adelante, hemos tenido que hacer un gran esfuerzo, pero lo hemos logrado. Quiero que disfrutéis en él y con él, que lo sintáis como vuestra familia y los resultados llegarán solos”. Aún hoy, Heriberto, sigue recordándome que allí tengo mi casa y hace unos años me hizo llegar un precioso poster que guardo al lado de los de Caisse D´Epargne o Movistar.
Pinturas Acritón de Pola de Lena, así se llamaba mi nuevo equipo con el que debutaba en sub23, sus valores y filosofía era la que yo perseguía en aquel momento. Estaba orgulloso de explicar a todo el mundo cual había sido el motivo de irme ahí y no a otro sitio. La escuadra de Heriberto me aportó en aquel momento algo que necesitaba, era la pasarela perfecta para que mi físico y mi mente se adaptaran al cambio y que no terminara frustrándome al ver que los resultados obtenidos, no eran los que conseguía en junior. Os contaré más adelante alguna anécdota cargada de aprendizaje, que viví con el que fue para mí, uno de los equipos más importantes de mi carrera. No siempre lo mejor y lo más adecuado, se encuentra en el lugar más popular o del que todo el mundo habla maravillas.
@pasamontesluis