Si bien es cierto que cuando se trata de lograr una bici de prestaciones top, con la mejor aerodinámica, la máxima ligereza o que lleve al extremo las tecnologías de fabricación actuales, es necesario contar con una labor de ingeniería muy importante para poder exprimir todo lo que hoy en día es capaz de dar la fibra de carbono, también es verdad que para fabricar una bici polivalente y equilibrada no resulta necesario alcanzar esos extremos. Recurriendo a soluciones plenamente asentadas, eligiendo buenos materiales y llevando a cabo un trabajo correcto para juntar todos estos ingredientes, podemos contar con una máquina pata negra, impensable hace sólo unos pocos años. La firma austriaca KTM sabe mucho de esta sobriedad a la hora de hacer bicis. Sin alardes innecesarios, sólo buenos materiales, recursos sobradamente probados y montajes lógicos. No hace falta nada más para tener una montura que exprimir sin miramientos. No obstante, aunque sea una firma más conocida en el mundo de las motos, la división dedicada a las bicis lleva elaborando máquinas de dos ruedas sin motor más de 50 años y aplica esta experiencia en modelos como el que hoy probamos.
“Una bici sin complicaciones, que hace lo que le pidas para que sólo tengas que preocuparte de pedalear”
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EN SU JUSTA MEDIDA
Elaborado con el carbono que en KTM denominan R:1485, estamos ante el tercer cuadro en el escalafón de la gama Revelator. De su bastidor nos llama la atención cómo no se limitan a añadir material y ganar rigidez utilizando enormes secciones, sino que todo está muy bien ajustado quedando unas líneas que casi parecen frágiles en comparación con lo que se estila. De hecho sorprende que el diámetro del rodamiento inferior de la pipa de dirección únicamente quede en 1 ¼’’, cifra que en la actualidad incluso algunos fabricantes utilizan para el anclaje de la potencia. A la Revelator le basta con ese tamaño para mostrar suficiente aplomo en la dirección cuando se trata de elegir la trazada de las curvas, recuperando por su parte un punto en facilidad de giro, perdido al suavizar el ángulo de la pipa. En la parte inferior la gran caja de pedalier BB86 PressFit queda un poco desangelada en comparación con las escasas secciones de los tubos que allí confluyen. Por su parte, en la zona superior se mantiene la continuidad de líneas entre el triángulo trasero y delantero, de los tirantes al tubo horizontal. Esto además sirve para reforzar el tubo de sillín, prácticamente convencional, destinado a albergar una tija de 27,2 mm, la única concesión a la comodidad en esta bici fuera del mínimo filtrado de vibraciones que es capaz de aportar el material. Siendo como es una bici de corte deportivo se lo perdonamos, pero tened en cuenta que las carreteras irregulares se dejan notar más de la cuenta. Con esta configuración, sin ser súper, cumple a nivel de rigidez aunque bien es cierto que ciclistas pesados y que generen mucha potencia pueden convertir el naranja KTM en un pequeño sonrojo.
Sobriedad. Sin recurrir a secciones extrañas o a lo último de la tecnología, los austriacos han creado un bastidor solvente en todas las situaciones.
LISTA PARA LA GUERRA
Siguiendo con la sobriedad como adjetivo que mejor califica a esta bici, los austriacos no se complican la vida a la hora de equiparla optando por componentes ligeros, de demostrada solvencia y sobre todo funcionales a fin de aguantar el duro día a día sin el menor problema. De nuevo es un placer encontrarnos con las fantásticas Mavic Ksyrium Elite S. Sin duda una de las mejores opciones calidad/precio del mercado con un peso que ronda la barrera psicológica del 1,5 kg el par y que no desentonan en ningún terreno con una rigidez notable en los apoyos. El cuadro de mandos queda en manos de un clásico como Ritchey que añade manillar, tija y potencia de nivel WCS, el segundo en su escalafón. Nos gusta en general encontrar cotas compact en los manillares, pero los apenas 73 mm de alcance de este Curve unidos a la ínfima potencia de 100 mm de longitud, escasa para la talla probada, estropean un poco la posición sobre la bici. Una talla 56 en la mayoría de las marcas si atenemos a cifras de reach y stack, o sea, a la que estamos habituados en nuestras pruebas y que sin embargo resultaba en una posición que nos obligaba a ir encogidos, justo lo contrario que se requiere cuando queremos adoptar una posición deportiva. Salvo esta extraña elección de medidas, lo que os contábamos, unos componentes ligeros y solventes que nuestra experiencia nos dice que aguantarán ahí mucho tiempo sin importar lo que exijamos a la bici. Del Dura-Ace 9000 ya la verdad que ni hace falta hablar porque se nos han acabado los adjetivos para alabarlo. Suavidad de mantequilla y funcionamiento con el mayor nivel de precisión y rapidez, sólo superado por su versión Di2, que no nos hubiera venido mal en los gélidos días en los que hemos probado esta bici sin casi sentir los dedos.
De buena familia. Los componentes Ritchey, más en su versión WCS, se han ganado sobrada fama de durabilidad sin sacrificar ligereza
GEOMETRÍA
Si quisiéramos describir cómo es una bici deportiva bien podríamos usar como ejemplo esta Revelator. Amplia arriba, aunque acortada por la ridícula potencia de 100 mm que monta, sitúa al ciclista en posición agresiva por su tubo de sillín más vertical de lo habitual y la dirección baja. Sin embargo, hay concesiones hacia una conducción intuitiva en su ángulo de dirección un punto relajado que hace crecer la distancia entre ejes, otorgando un extra de aplomo que se agradece a alta velocidad y se refrenda al distribuirse el peso hacia la rueda delantera. Por esta misma razón se siente ágil escalando sentados, donde podemos transmitir toda la potencia a la rueda trasera.
Un placer. Las Mavic Ksyrium Elite S casan perfectamente con el carácter de la Revelator, mostrando así unas grandes prestaciones en cualquier terreno.
SIN SORPRESAS
Con lo que os hemos ido contando la verdad que podríamos haberos descrito cómo iba la bici sin tan siquiera subirnos a ella. Aunque sea un poco fastidio para el probador montar en una bici y encontrarse exactamente lo que había previsto según dicta la experiencia, hay que decir que habla bien del resultado del trabajo llevado a cabo por la marca. Lo que os explicábamos antes. La ecuación es sencilla si juntas buenos materiales y componentes, cotas probadas, etc., lo más normal es que obtengas una bici buena y que cubre las expectativas y, aunque el resultado no llegue a emocionar, siendo objetivos, tenemos mucho más de lo que la mayoría de los posibles propietarios de esta máquina pueden necesitar. La Revelator es una bici que hace prácticamente todo bien. Una forma de quitarnos de complicaciones a la hora de decidir: “¿Hoy qué saco? ¿La gran fondo, la aero, la escaladora? ¿Pongo ruedas de perfil o bajas?”. KTM elimina de un plumazo las dudas con una bici veloz en el llano, ágil en subidas y muy intuitiva bajando, donde no resulta para nada complicada de guiar por la trayectoria buena a pesar de la posición agresiva en la que sitúa al ciclista. En resumen, todo lo necesario para disfrutar sin complicaciones de lo realmente importante, dar pedales, sin tener que preocuparnos de nada más.
KTM Revelator Master
Cuadro
Cuadro: KTM Revelator Carbon R:1485 Performance
Horquilla: KTM F-7 High-End Carbon
Tallas: 49, 52, 55, 57, 59
Colores: Carbono mate/naranja
Transmisión
Bielas:Shimano Dura-Ace 50/34
Desviador: Shimano Dura-Ace
Cambio: Shimano Dura-Ace
Mandos: Shimano Dura-Ace
Cadena: Shimano Dura-Ace
Ruedas
Ruedas: Mavic Ksyrium Elite S
Casete: Shimano Dura-Ace 11-25
Cubiertas: Mavic Yksion Pro 700x23
Frenos: Shimano Dura-Ace
Componentes
Manillar:Ritchey WCS Carbon Curve
Potencia: Ritchey WCS 4-Axis
Tija: Ritchey WCS
Sillín:fi’zi:k Antares
Cifras
Peso Total: 6,980 kg (sin pedales)
Precio: 3.729 €