La Grand Tour formó parte del catálogo de MMR por primera vez en 2016, presentándose como “la opción perfecta para quienes buscan una bicicleta cómoda y accesible sin renunciar al más alto rendimiento”, la definición de un modelo gran fondo.
Los cambios más destacados llegaron el año siguiente, al sustituirse los frenos a la llanta por discos, y en 2021 ocultando el cableado por el interior de la potencia y el manillar. La tercera generación, la actual, rompe completamente con la anterior, pero como más adelante veremos no se trata de un nueva bicicleta, sino una reinterpretación.
¡SORPRESA!
Cuando nos tocó pasar por la redacción a recoger la nueva Grand Tour unos días antes de su presentación oficial, desconocíamos qué nos íbamos a encontrar, ya que no la habíamos visto con anterioridad, ni siquiera en fotos. La encontramos fuera de su caja, ya montada, y tras un primer vistazo dudábamos si se habían equivocado al enviarla, ya que las formas redondeadas del cuadro son casi calcadas a las de la nueva generación Adrenaline que pusimos a prueba recientemente.
Pero al acercarnos más y ver sus enormes pasos de rueda, empezamos a atar cabos y a sospechar si era una X-Tour -el modelo para gravel de alto rendimiento de MMR- montada con un grupo y componentes diferentes. La etiqueta con la certificación UCI del cuadro y la horquilla -imprescindibles para poder competir con ese mismo modelo- con las iniciales de la X-Tour acabaron de despejar las dudas a pesar de contar sólo con un discreto “Grand Tour” impreso en el tubo superior, junto al cierre del sillín.
¿Y para un futuro propietario, qué supone que utilice el mismo cuadro y horquilla? Ninguna diferencia, excepto una reducción de los costes -se comparte el diseño, tipo de carbono, laminado, su disposición y todos los moldes- que consigue rebajar el precio final. Es una técnica semejante a la utilizada en la industria del automóvil desde hace bastante tiempo, que consiste en que varios modelos -incluso de diferentes marcas- comparten la misma plataforma, bloque motor y otros elementos para optimizar la fabricación y acortar el tiempo de desarrollo de cada modelo.
En nuestra opinión, tras poner a prueba la nueva Grand Tour no hemos encontrado ninguna desventaja en cuanto a que comparta cuadro con la X-Tour, más bien al contrario; aunque sí es importante tener las ideas muy claras sobre qué tipo de bici necesitamos.
“Su cuadro absorbente y unas cubiertas muy anchas consiguen una comodidad y un agarre pocas veces vistos en un modelo gran fondo”
PRESTACIONES
En su fabricación utiliza fibra de carbono de módulo intermedio, concretamente el UTS50 12K de Teijin -semejante al T700 de Toray-, que se caracteriza por su elevada absorción vertical, que equivale a más comodidad, pero manteniendo una rigidez lateral adecuada. Los perfiles de los tubos se han redondeado, buscando un mayor rendimiento, ligereza, y una línea más fluida junto a una estética bastante lograda que combina elementos actuales; como el conjunto de dirección, potencia y manillar con el cableado oculto, con otros más clásicos como el cierre de la tija o los tirantes en la posición tradicional. Cuenta con escasas concesiones a la aerodinámica, la más visible la encontramos en el perfil del tubo de la dirección.
El modelo probado, el 00, monta un grupo Shimano Ultegra Di2 -pero con casete, cadena y discos 105 para ajustar el precio-. Los platos tipo Compact 50/34 y el casete 11-34 van acordes con el enfoque gran fondo de la bici, así como el sillín, un Selle Italia Model Y muy cómodo. Las ruedas DT Swiss P1800
tienen una calidad fuera de duda a pesar de utilizar llantas de aluminio.
También está disponible con dos montajes además del 00: el Grand Tour 10, más asequible, utiliza un grupo Shimano 105 Di2 electrónico y ruedas DT Swiss P1800; y el tope de gama, el Grand Tour 00 Plus, conserva el Shimano Ultegra Di2 del 00, pero las ruedas pasan a ser unas Vision SC45 con llantas de carbono bastante más ligeras y, no se puede negar, con una estética bastante más atractiva.
¿UNA BICI PARA TODO?
Para el test no tuvimos más remedio que cambiar el chip e incluir en nuestras rutas carreteras con asfalto en mal estado y tramos de tierra compacta -el famoso sterrato-. La combinación de un cuadro absorbente y unas cubiertas muy anchas consigue una comodidad y un agarre que pocas veces habíamos visto en un modelo gran fondo. La rigidez lateral al pedalear de pie con fuerza es más alta de lo que esperábamos, aunque lo que sí percibimos en asfalto muy adherente es la deformación de los flancos de las cubiertas por llevarlas a baja presión, y más rozamiento del deseado. Fuera del asfalto se agradece el elevado control y agarre de las Michelin Power Adventure, que permiten rodar muy rápido por caminos relativamente fáciles.
No nos pudimos quedar con las ganas de exprimir un poco más la Grand Tour en tramos por los que solemos pedalear connuestra gravel. Mientras no abundaran las piedras o terreno suelto no tuvimos problemas, pero en cuanto llegaron las zonas técnicas debíamos extremar las precauciones para evitar sustos; y si las subidas tenían un desnivel muy alto el plato pequeño de 34 dientes combinado con la corona grande de 34, como nos temíamos, no fueron suficientes y tuvimos que echar pie a tierra y andar con zapatillas para carretera. Si sustituimos las cubiertas por unas para gravel de unos 40 mm de anchura y con tacos -mejor aún tubelizadas-, el agarre y la absorción mejorarían enormemente, pero en ese caso sería preferible escoger una bici 100% gravel como la X-Tour.
Nos parece una opción más lógica cambiar las cubiertas por unas de 28 mm sólo para usar en asfalto, y dejar las de serie para los días que rodemos también por tierra compacta. Conseguiríamos la ansiada “bici para todo”, pero sabiendo dónde están sus límites... y los nuestros.
TODOTERRENO. Las Michelin Power Adventure de 36 mm de anchura, con la zona central lisa y un discreto taqueado lateral, se encuentran en un punto medio entre el gravel y la carretera. Jugando con la presión las adaptaremos a la superficie por la que rodemos.
CONTRASTE. El conjunto formado por la dirección, la potencia y el manillar -firmado por FSA- permite que el cableado quede totalmente oculto, mejorando la estética y dando un toque más actual a un cuadro de línea clásica.
VERSÁTIL. El grupo Shimano Ultegra Di2 garantiza cambios precisos y rápidos, o una frenada potente y modulable. Los desarrollos encajan con el uso al que va destinada la Grand Tour; desde rutas rápidas por asfalto, a subidas en pistas de tierra a ritmo pausado.
Geometría
A pesar de su origen gravelero, la geometría Endurance G1 -así la denomina MMR- cuenta con unas medidas que en parte podrían corresponder a las de bicis gran fondo más tranquilas. Sus vainas son bastante largas para permitir montar cubiertas más anchas, que junto a un ángulo de dirección más abierto, alargan considerablemente la distancia entre ejes elevando la estabilidad, pero que a la vez reduce la precisión de dirección. Su reach y stack -la longitud y altura, respectivamente, de la dirección respecto al pedalier- estarían entre los de un modelo de rendimiento -como el de su compañera de catálogo Adrenaline- y uno de gran fondo.
FICHA TÉCNICA