Prueba: Canyon Endurace AL 7.0

Desde que la Canyon Endurace AL 7.0 llegó a nuestra redacción y la sometimos a un par de largos entrenamientos, nos percatamos de que esta bicicleta representa todo aquello que busca gran parte de la comunidad cicloturista: una bici muy económica con un cuadro de buena factura y una geometría cómoda que permita acumular kilómetros sin castigar el cuerpo en exceso. Y si a esto le añadimos el montaje del grupo Ultegra completo, tenemos como resultado una de las referencias dentro de las bicicletas de primer precio.

La Endurace AL, fabricada con aluminio y horquilla de carbono, ocupa dentro de la gama de carretera de Canyon el lugar de la antigua Roadlite pero mejorando cada aspecto de su predecesora. La Endurace deja atrás las formas redondeados y clásicas de la Roadlite y presenta un estilo semejante  al de su hermana mayor, la Endurace CF.

El hidroformado de los tubos permite dotar al tubo superior y diagonal de unas líneas más cuadradas que añaden un extra de rigidez cuando nos ponemos de pie sobre la bici sin sentirla pesada –la báscula arroja unos contenidos 7’85 kgs- ni perezosa en ningún momento. La tecnología Maximus Seattube en el tubo de sillín ofrece rigidez en la zona de la caja de pedalier gracias a su diseño asimétrico sin reducir el confort, pues filtra y absorbe en la parte alta del tubo las vibraciones de la carretera para que estas lleguen suavizadas hasta la posición del ciclista.

Comodidad como seña de identidad

Desde su nacimiento, la comodidad fue concebida como una de las principales señas de identidad de esta bicicleta. Sus ángulos relajados y una pipa de dirección lo suficientemente alta como para mantener al usuario erguido, permiten acumular kilómetros en largas jornadas de ciclismo sin que nuestra musculatura y articulaciones sufran en gran medida el paso de las horas.

Siguiendo esta concepción cicloturista, encontramos una bicicleta estable y fácil de conducir en los descensos a pesar de no ser especialmente larga entre ejes. Sus cubiertas Continental Gran Prix 4000s II de 25 mm, el ángulo de dirección de 72’5º y su correcta capacidad de absorción posibilitan que no haya límites para la Endurace rodemos por donde rodemos.

Ultegra, todo un lujo

El montaje completo del grupo Shimano Ultegra es un detalle de calidad tremendo para una bicicleta que apenas supera los 1.000 € de precio. La fiabilidad y calidad en los cambios y la seguridad en la frenada que ofrece el Ultegra son los argumentos definitivos para asegurar que cada euro que desembolsemos en esta bicicleta estará más que justificado.

El resto de componentes de la bicicleta encajan a la perfección con la filosofía de la Endurance. Las ruedas Mavic Aksyum, a pesar de no ser nuestro modelo favorito del fabricante francés, aportan fiabilidad, robustez y ayudan a la estética de la bicicleta al igual que la potencia, manillar y tija, creaciones de la propia marca Canyon, y el guiado interno de los cables del cambio.

Juicio

En un mercado en el que el carbono es el gran protagonista, hay que reconsiderar la interesante relación calidad-precio que ofrecen algunas marcas en su gama de aluminio. Esta Canyon Endurace AL 7.0 es una opción muy sugerente para aquellos cicloturistas que quieren tener un buen material pero no pueden permitirse realizar una gran inversión en su próxima bicicleta. Una máquina fiable, cómoda y con un cuadro de buena factura que nos permitirá superar con garantías cualquier carretera o reto al que nos enfrentemos. Kilómetros y kilómetros de disfrute.

Positivo:

- Relación calidad-precio

- Grupo Shimano Ultegra completo

- Soluciones tecnológicas avanzadas para este precio.

Negativo:

- Tornillería de baja calidad

- Componentes pesados

Geometría

Canyon Endurance AL 7.0

Cuadro

Transmisión

Ruedas

Componentes

Cifras