Teníamos un poco de miedo antes de catar esta Foil acerca de lo que nos íbamos a encontrar. La versión que probamos hace cuatro años seguía aún hoy estando en nuestra lista de favoritas por el grandísimo resultado que ofrecía en todos los aspectos, ya fuera subiendo, bajando o llaneando. Sin embargo, los materiales y los recursos tecnológicos mejoran cada año y la presión del mercado por disponer de un producto actual obliga a cerrar su ciclo de vida con una renovación. Aun siendo el modelo disponible todavía completamente válido. Algo similar a lo que le ocurría a la Canyon Aeroad que os mostramos en nuestro anterior número y con la que han surgido comparaciones frente a esta Foil por la similitud de algunas soluciones adoptadas. Centrándonos en lo que ahora tenemos entre manos, a primera vista llaman la atención sus tubos más finos y estilizados, al contrario de las actuales tendencias de diseño. Le sirve a Scott para limar unos gramos y aumentar la polivalencia en los ascensos. Lo hace sin menoscabo de la rigidez, aspecto que percibimos desde la primera pedalada, que no sólo no se ve mermada, sino que es claramente superior a su predecesora. La ecuación es fácil. Más rigidez y menos peso sólo pueden tener como resultado una mayor capacidad de aceleración.
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Una increíble rigidez hace ganar muchos enteros a la Foil.
Precisamente la cualidad, junto a la agilidad de sus cotas deportivas, que hacen de esta Foil una auténtica purasangre de competición al responder instantáneamente a nuestros requerimientos. También es exquisita cuando se trata de afrontar bajadas reviradas en las que, al igual que la bici que ya conocíamos, la sensación de precisión y aplomo es total. En cuanto a su terreno natural, el llano en el que sacar máximo partido a sus dotes aerodinámicas, ninguna pega ni siquiera en condiciones de viento cruzado. La bici te pide engranar el cada vez menos habitual 53 y generar todos los vatios que sean capaces nuestras piernas. Únicamente nos resta destacar que estas cualidades se logran con una sensación de comodidad muy por encima de lo que podríamos esperar en una bici tan deportiva y que, una vez más, ha superado la dura prueba de las infames carreteras castellanas.
Sin desperdicio
El aumento de rigidez es lo primero que notamos en esta nueva Foil desde que comenzamos a pedalear. Scott vuelve a usar como materia prima su carbono HMX, una mezcla de fibras de distintos módulos repartidas por el cuadro en función de las necesidades de cada zona. Como salta a la vista, el rediseño es total, comenzando por la dirección, en la que el rodamiento superior crece hasta 1 ¼’’ haciendo más sólida la parte frontal. El triángulo trasero se compacta, no sólo por fines aerodinámicos sino para mostrarse más sólido, lo que se remata con el ensanchamiento de la parte inferior del tubo diagonal que engulle la caja de pedalier. Las secciones de tubo no son exageradas y la Foil mantiene unas estilizadas líneas. Sin embargo, el mérito de esta bici no es la tremenda sensación de solidez, sino que lo han logrado sin perjuicio de la comodidad. Pese a tener un tacto directo, filtra con eficacia gracias a las finas vainas y la zona de fibras más flexibles en la unión del tubo de sillín con el horizontal.
Mínima resistencia
Hace cuatro años Scott, revolucionaba el diseño aerodinámico con la introducción de su concepto F01, con el que se mostraban las propiedades de un perfil de tipo truncado. Solución que en este tiempo ha sido copiada por innumerables marcas. En esta nueva versión se refina este diseño con pequeños detalles como la optimización del borde de ataque de los diferentes tubos, una transición más suave entre horquilla y cuadro; y el tubo diagonal ensanchado en la parte inferior que, además de aportar rigidez, oculta mejor el bidón del flujo de aire. La disposición del triángulo trasero y la unión con el tubo de sillín sirven para alejar el viento, minimizando la interacción con la rueda trasera. Por supuesto, no nos podemos olvidar de la mayor limpieza de líneas que se logra al trasladar el freno trasero bajo las vainas. El resultado de las pruebas en el túnel de viento, en un test estándar con un flujo de aire a 45 km/h, maniquí y en un rango de ángulos de -20° a 20°, arroja una ganancia media de 6 W respecto a la anterior Foil.
Integración
En la búsqueda de cada segundo, vuelven a la palestra los conjuntos manillar/ potencia integrados. Si bien limitan la capacidad de ajuste, cuentan con otras cualidades, aparte de una rompedora estética, que los hacen interesantes. En el caso del Syncros Aero RR1.0 que monta esta Foil, destaca en primer lugar la gran solidez conseguida, que va en perfecta consonancia con la del cuadro. Por supuesto, la aerodinámica resulta fundamental. En la zona horizontal perfilada hasta se tiene en cuenta la transición con la parte encintada, mientras que en la base, la tapa de la dirección, disponible en cuatro alturas -2, 5, 10 y 20 mm-, se integra perfectamente en la línea del cuadro. Nos han gustado sus acertadas cotas. En la unidad de prueba la longitud, 110 mm para talla 56, muy acorde al carácter deportivo de la bici. Algo en contraposición con las diminutas potencias que ahora estilan los fabricantes. En cuanto a su curva, es de tipo compact con una escasa caída que agradecemos al agarrar abajo.
Pequeños detalles
Para terminar de redondear la Foil, Scott ha pulido hasta el último aspecto. En primer lugar el cierre de la tija, que causó algunos problemas en ciertas unidades del modelo anterior. Ahora se opta por una cuña oculta en el tubo horizontal. Destaca el detalle del tope que impide que caiga en el interior del cuadro al sacar la tija y se haría necesario revisar el espacio libre, ya que resulta complicado acceder al tornillo con la llave dinamométrica para un correcto apriete. Se han revisado también las entradas de los cables de freno y cambio al interior del cuadro. Ahora se ubican de forma conjunta en la parte superior del tubo diagonal tras la dirección, un lugar que las oculta del viento. Con un simple cambio de la pieza que hace de tope, es apta tanto para cambios mecánicos como electrónicos. Los frenos con anclaje de Direct Mount dan una frenada contundente, aunque el trasero de nuestra unidad de prueba contase con un tacto algo 'chicloso' al haberse cortado en exceso el tramo de funda entre el puente y el cuadro.
Geometría
Muy equilibrada. Así podríamos resumir las medidas de una bici pensada para un uso puro de competición. Scott conserva casi todas las medidas de la anterior Foil. Larga en el puesto de conducción, vainas cortitas y ángulos ágiles. En la dirección hallamos la diferencia, con una pipa más alta pensada no en proporcionar una posición cómoda sino para evitar el uso de separadores bajo la potencia y mantener las líneas aerodinámicas. No obstante, el stack del cuadro se sitúa en una cifra agresiva que queda patente en los 10 cm de diferencia entre sillín y manillar que no la hacen apta para todos los públicos.
Juicio
El mejor síntoma de que una solución tecnológica funciona es que sea copiada masivamente por las firmas rivales. Esto es lo que consiguió Scott con su diseño de tubos de perfil truncado, seña de identidad de la anterior Foil. Una bici que sobre el papel veíamos muy difícil de mejorar. De nuevo la realidad se ha encargado de disipar nuestros temores y demostrar que cuatro años es un mundo en el desarrollo de las bicis. Tiempo en el que escuchar a los corredores, analizar la bici actual y decidir dónde aplicar optimizaciones. Lo que sin duda hace sobresaliente a esta Foil es la excelente relación entre rigidez y absorción conseguida. La prueba que sostiene la primera afirmación es que Scott es de las pocas firmas que ha logrado hacer funcionar los frenos bajo las vainas -que no nos terminan de convencer por practicidad, no por su funcionamiento- con total ausencia de roces.
SCOTT FOIL
Cuadro
Cuadro Foil HMX
Horquilla Foil HMX
Tallas XXS/47, XS/49, S/52, M/54, L/56, XL/58, XXL/61
Transmisión
Bielas Shimano Dura-Ace 53/39
Desviador Shimano Dura-Ace
Cambio Shimano Dura-Ace
Mandos Shimano Dura-Ace
Cadena Shimano CN-HG9920
Ruedas
Ruedas Zipp 60
Casete Shimano Dura-Ace 11-28
Cubiertas Continental GP4000s 700x25
Frenos Shimano Dura-Ace
Componentes
Manillar/ Syncros Aero RR1.0 Carbon
Potencia
Tija Syncros Foil Aero Carbon
Sillín Prologo Zero II TR
Cifras
Peso total 7,160 kg (sin pedales)
Precio 7.999 €
Distribuidor BM Sportech S.A., 876 269 100