Presentada en el último trimestre de 2020, la Aethos supuso todo un shock por su diseño, que nos recordaba a las primeras bicis de carbono o, si retrocedemos aún más en el tiempo, a las últimas generaciones de cuadros fabricados en aluminio, en los que no se ha tenido en cuenta la aerodinámica. Tuvo como objetivo lograr un modelo de carretera más ligero que el Tarmac SL7 y, sobre todo, el aerodinámico Venge, ya en su tercera y última generación.
Las primeras Aethos que vieron la luz fueron las de la gama superior S-Works, que presumían de un cuadro con un peso de sólo 585 g que lograba una cifra final de la bici -en la versión limitada Founder's Edition- de unos espectaculares 5,9 kg, el modelo con frenos de disco más ligero de la marca de Morgan Hill.
Tras dar a conocer las Aethos S-Works, unas semanas más tarde saldrían a la venta la línea Expert y Pro, con un cuadro y horquilla que compartían molde con el S-Works, pero que utilizaba carbono FACT 10r, más pesado que el 12r del modelo superior, y que también permitía montar grupos mecánicos -el S-Works sólo electrónicos-. Obviamente, las Aethos S-Works contaban con montajes tope de gama -y precios muy superiores- respecto a las Expert y Pro.
Actualmente, son las Aethos Comp -la protagonista de este Contacto- y la Sport, junto a las S-Works, las que forman la familia Aethos tras casi cuatro años sin ningún cambio, excepto los grupos, que se han ido actualizando; aunque el carbono de los dos modelos más asequibles pasó de FACT 10r a 9r.
EQUILIBRIO
Nuestra Aethos Comp -decorada con un simple, pero a la vez vistoso, blanco perla- viene montada con la última generación del grupo Shimano 105, ya con 12v y cambios electrónicos semi inalámbricos Di2. La Sport tiene exactamente el mismo cuadro y montaje, pero con el grupo 105 en su versión mecánica, por 1.000 € menos que la Comp; una opción a tener muy en cuenta para aquellos ciclistas con un presupuesto más ajustado.
Los componentes, todos presentes en el catálogo de Specialized, incluyen una potencia y manillar convencionales de aluminio, un sillín Power Sport con tecnología Body Geometry con abertura central y raíles de acero. La tija, al igual que en todas las Aethos, S-Works o no, es una ligerísima Roval Alpinist de carbono con sección redonda estándar de 27,2 mm y bastante absorbente. Todo un lujo.
El grupo, como ya hemos comentado, es un Shimano 105 Di2 y, aunque los discos resultaron algo bruscos -no son la versión con Ice Tech-, encaja a la perfección en esta Comp, justo al contrario de las ruedas. Estas montan unas llantas DT Swiss R470 Disc de aluminio con perfil bajo, son compatibles tubeless y tienen unos acertados 20 mm de anchura interna. Los radios también son DT Swiss, y los bujes, aunque no encontramos el logo de la marca ni el modelo, tienen unos rodamientos que sorprenden por su alta suavidad.
Pero creemos que no son las ruedas más adecuadas para esta bici debido a su elevado peso -1.824 g en total según nuestras mediciones-, que piden ser sustituidas por un modelo de carbono más ligero, que puede llegar a reducir el peso final en aproximadamente 500 g, pero sabemos que conllevará un desembolso bastante alto. Las cubiertas, unas Specialized Turbo Pro T5 bastante adherentes en curva, no son tubeless; hubiésemos preferido que sí lo fuesen -incluso en 30 mm de ancho en vez de 28 mm- para disfrutar de más comodidad y prácticamente olvidarnos de los pinchazos. La Aethos admite neumáticos de hasta 32 mm de anchura.
DISCRECIÓN
Seguramente más de algún lector se habrá preguntado si no nos hemos equivocado al clasificar a la Aethos Comp como una bici escaladora en el recuadro de los datos, teniendo en cuenta que pesa casi 8 kilos -sin pedales-. Aclarar que ese apartado clasifica la bici según su diseño, no por lo que marque la báscula. Dentro de un mismo tipo de bicicleta -escaladora, polivalente o aero-, el peso es directamente proporcional al precio: cuánto más cara, más ligera. Por este motivo, una Aethos siempre va a ser menos pesada que un modelo aero con el mismo precio.
También cuenta con otro punto a favor para bastantes más usuarios de lo que imaginamos: una estética que pasa desapercibida, como algunas equipaciones o componentes tope de gama que, intencionadamente, no tienen sus logos bien visibles. Quienes no estén al tanto de los diferentes modelos de bicis de carretera, al ver una Aethos quizá no sepan exactamente qué marca y modelo es, y si se trata de una bici antigua o no, aunque los frenos de disco delaten rápidamente que en realidad es un modelo actual.
El diseño del conjunto formado por el cuadro y la horquilla Aethos tiene como misión obtener la máxima ligereza y rigidez posibles, sin tener en cuenta la aerodinámica o una estética con algún elemento que la diferencie a primera vista de otros modelos, aunque indirectamente sí consigue ser reconocida. Algunas marcas están siguiendo esta tendencia, dejando otra vez los tirantes a la altura del tubo del sillín o recuperando la abrazadera de sujeción de la tija, pero parece que se resisten a volver a llevar el cableado totalmente a la vista como en la Aethos... quizá lo acabe escondiendo en una segunda generación.
GEOMETRÍA
Las apariencias engañan, y quienes piensen que por su estética es una bici tranquila, que echen un vistazo a su stack, reach y ángulo de dirección para comprobar que una Aethos exige un mínimo de experiencia. No es una gran fondo, su geometría es calcada a la de una Tarmac SL8, su compañera de catálogo destinada a la competición. Difiere en la posición del manillar -un poco más elevada en la Aethos- y en la longitud del tubo de sillín -más corto el de la Tarmac-, pero la Aethos tiene bastante sloping -inclinación del tubo horizontal- por el sistema de abrazadera de la tija, y a simple vista el cuadro puede parecer más pequeño.
FUERA COMPLEJOS
Para el test elegimos una talla 56 en lugar de la 54 -la que solemos utilizar-, ya que en nuestro caso la tija del sillín hubiese quedado demasiado a la vista y, sobre todo, hubiésemos necesitado una potencia de 120 mm en vez de los 100 mm de serie para llevar una posición de las manos más acorde con la geometría y carácter de la Aethos. En el apartado correspondiente ya os informamos sobre sus ángulos y medidas, prácticamente idénticos a los de la Tarmac u otra bici de alto rendimiento, por lo que no nos sorprendió cuando respondió a la perfección al exigirla no sólo subiendo, sino también en terreno llano, bajadas, o zonas reviradas.
Respecto a modelos con diseño aero, por sensaciones es difícil percibir grandes diferencias en velocidad; y aunque su rigidez es realmente elevada y el tacto muy directo, las ruedas -muy pesadas y con perfil bajo- falsean su temperamento. No podemos considerarla una bici muy absorbente o cómoda, y quienes busquen esas cualidades disponen en el catálogo de Specialized de otros modelos más adecuados; aunque las cubiertas de 28 mm que monta de serie pudieron amortiguar las irregularidades del asfalto por el que rodamos, siempre que no se encontrase en muy mal estado.
“Los frenos de disco delatan con rapidez que la Aethos se trata realmente de un modelo actual”
A LA VISTA. Pocos modelos de gama media o alta no ocultan totalmente el cableado. La Aethos no se complica escondiéndolo, así aligera unos valiosos gramos y, sobre todo, facilita un posible cambio de posición o sustituir la potencia y el manillar.
CON ABRAZADERA. Las actuales cuñas de sujeción de la tija al cuadro son más estéticas y aerodinámicas, pero añaden peso, pueden resultar poco fiables y crujir. Con una abrazadera clásica -junto a la tija estándar redonda- lo evita.
DI2 PARA TODOS. Por su rapidez y precisión de cambios, el grupo electrónico más asequible de Shimano podría pasar por un modelo superior. Su casete 11-34 y platos 50/34 son la elección perfecta para el perfil de ciclista de esta Aethos.
FICHA TÉCNICA