- ¿Qué te llevó a convertirte en ciclista?
- Ha sido un proceso de muchos años. Nunca pensé que llegaría a profesionales, pero a partir de sub-23 de tercer año vi que tenía opciones y finalmente conseguí ascender con Caja Rural-Seguros RGA.
- ¿Cómo empezaste?
- Mi padre siempre ha andado en bici, algo que he tenido desde pequeño en casa. Un grupo de amigos del colegio empezamos en la escuela de ciclismo del pueblo y formamos un bloque muy bueno desde alevines hasta juveniles. De ahí salimos Xabier Isasa y yo. Los dos estamos ahora arriba gracias a la labor de mucha gente de la escuela de Urretxu.
- Tres palabras que te definan como ciclista.
- Te digo dos: cabezón y persistente.
- ¿Qué balance haces de tu primera temporada profesional?
- Bastante bueno. Pensaba que me costaría más adaptarme a la categoría y me he defendido bien en casi todos los terrenos, sabiendo que aún tengo mucho que mejorar en cada uno de ellos. Contento con mi rendimiento y con esa adaptación.
- ¿Qué cambios has notado con el salto de categoría?
- Sobre todo, que no se corre cada fin de semana. Hay pequeños parones a lo largo de la temporada a diferencia de lo que ocurre en élite y sub-23, donde no se para del primer fin de semana de febrero al tercero de septiembre. Salen casi los mismos días al año, aunque en profesionales se hacen más vueltas y la forma de planificar las carreras es diferente.
- Un titular que te gustaría leer contigo de protagonista.
- Álex Díaz gana una etapa de la Itzulia.
- ¿Cuál es tu zona de entrenamiento favorita?
- Alrededor de mi pueblo. Suelo subir mucho el puerto de Atagoiti, subida que va desde Ormaiztegi hasta Legazpi. Son 9 kilómetros bastante tendidos al 3-4 % y lo puedo hacer tanto los días que tengo salidas más tranquilas como los que me toca largo. Paso por ahí casi a diario.
- Vives en una zona con muchos ciclistas, tanto profesionales como sub-23. ¿Prefieres salir solo o en grupo?
- Como mucho con uno o dos compañeros más. En grupeta grande no suelo salir casi nunca.
- ¿Algún plato típico que nos recomiendes de Urretxu?
- Una tortilla de patatas o una buena chuleta de los bares de aquí de la zona nunca falla.
- ¿Quién era tu ídolo cuando eras un niño?
- No vi mucho ciclismo de pequeño. El primer recuerdo que tengo son los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Allí ganó Vinokourov y desde entonces los ciclistas kazajos siempre me han llamado la atención. Me he fijado mucho tanto en él como después en Alexey Lutsenko.
- ¿Quién te ha impresionado más en el pelotón profesional?
- Por mi calendario no he coincidido con muchas estrellas este primer año. Sí es cierto que los ciclistas WT impresionan. Te pones al lado y ya sabes que tienen un nivel altísimo. Quien más me ha impactado posiblemente haya sido Dylan Groenewegen por su cuerpo y por lo que impone dentro del pelotón.
- Habías mostrado regularidad, aunque en tus primeros años como amateur sin conseguir vencer ninguna carrera. En la primera con el filial Caja Rural-Alea ganaste.
- Ahí empecé a ver un poco más cerca llegar a profesionales. Debutar con el equipo y ganar fue muy bonito y supuso el mejor inicio posible.
- ¿Cómo encajaste y cómo te has sentido en Caja Rural-Seguros RGA?
- Ganar esa primera carrera me dio bastante confianza para creer más en mí. A partir de ahí todo salió bien y logré subir a profesionales. Tanto el año pasado como este he estado muy a gusto en el equipo.
- ¿Cómo ves la salud del ciclismo amateur en el País Vasco?
- Es verdad que el circuito amateur, tanto el Euskaldun como el Lehendakari, está perdiendo nombre e importancia respecto a hace unos años. Sin embargo, la clave tiene que ser que muchos ciclistas pasen por amateur, ya que cada vez más juveniles suben directamente a Continental. Espero que se vaya recuperando, que aparezcan nuevos equipos y con los años se recobre el nivel del pasado.
- ¿Cómo te definirías como ciclista?
- De momento, como profesional no destaco en ningún terreno. En amateur me gustaban los puertos de diez minutos o así y se me hacían más duros los cortos de tres o cuatro. Por ahora me toca sobrevivir e intentar aprovechar la mínima oportunidad que aparezca.
- ¿Cómo te gustaría verte dentro de diez años?
- Me gustaría haber completado una buena carrera profesional. Si en diez años me encuentro en la parte final de esa trayectoria estaría bastante contento, ya que significaría haber tenido una carrera extensa.
- Además de la bici, ¿qué ocupa tu tiempo?
- El café con los amigos de la tarde es sagrado, me sirve para desconectar. Además, paso mucho tiempo viendo vídeos de Fórmula 1, me considero bastante friki en ese sentido. Me fastidia cuando coincide una carrera con un gran premio de F1. Soy fan de Alonso. No viví sus Mundiales, pero recuerdo desde su época en Ferrari. Me gusta su perseverancia después de tantos años.
- Una carrera que no te gustaría retirarte sin haber participado.
- La Itzulia y, pensando a mayores, el Giro de Italia.
- Tu mejor día encima de la bici.
- No sé si fue el mejor, pero sí uno de los más bonitos: la victoria en la primera etapa de la Vuelta al Guadalentín en 2024.
- ¿Y el peor?
- Alguno de esta temporada. Ha habido días en los que, después de haber estado en la fuga, he ido penando para llegar a la meta dentro de tiempo.
- ¿Qué has aprendido practicando ciclismo?
- Que mucho depende de la cabeza, pero que debemos ser realistas con nuestras posibilidades. Siempre nos han inculcado que tenemos que ponernos objetivos cada vez más ambiciosos, pero todo forma parte de un proceso y para conseguir esos retos que te marcan desde pequeño primero hay que ir cumpliendo pequeños pasos sin prisas ni saltarse etapas.
- ¿Eres de ver series o películas en televisión o más de ciclismo?
- Ahora me he impuesto como norma intentar leer cada noche. Es algo que me gusta, aunque como estamos distraídos con los móviles y tantas distracciones en general no siempre resulta fácil. Le estoy dando mucho a los libros. El último que he leído es El Vuelo de la Mariposa de David Olivas.
