No le obsesiona mantener la 'maglia rosa'. No ahora. Alberto Contador aprovechó el primer día de descanso para dormir hasta las diez y media de la mañana y no salió a entrenar por los alrededores de la costa adriática, enfurecida por el viento, por su llegada, la del 'padrone' del Giro de Italia que retoma hoy camino a los dolomitas con un Contador rabioso y dictatorial. Él es el jefe, pero sin obcecaciones. El objetivo es ser líder en Milán, allá por el 29 de mayo