Pese a su juventud, Marcel Camprubí (Barcelona, 2001) mantiene un discurso muy maduro. Firme y seguro, el catalán sabe hacia dónde quiere dirigir una carrera que desde su debut como profesional le une a Q36.5. “Estoy dentro del proyecto desde el día cero. Es un equipo que va cumpliendo todo aquello que prometió: ser muy competitivo, tener nivel WT en todos los sentidos e intentar dar el salto a la máxima categoría. No lo vamos a conseguir en este ciclo, pero lo veo muy viable de cara al siguiente. Los corredores contamos con los mejores medios y es un sueño estar aquí”.
Un bloque que ha dado un salto cualitativo en el inicio de 2025, tanto en resultados como en presencia en carrera, en gran medida por el fichaje de una estrella como el británico Tom Pidcock, “contar con un gallo como él aporta mucha confianza al resto, ya que te dices a ti mismo que si él es capaz de ganar tú también puedes hacerlo”, pero además por la contratación de otros profesionales de diversas áreas. “La calidad del trabajo que estamos realizando es la misma. A nivel de metodología no ha cambiado mucho. Sin embargo, hay más nutricionistas, más entrenadores, más directores, etc. Eso permite una mayor atención al detalle. Que haya más personal ayuda a limar otro poco, aunque la base del trabajo sea idéntica”.
Una de las novedades en su tercera campaña con la formación de licencia suiza es la presencia de un amplio contingente nacional: David González y Enekoitz Azparren se han unido a David de la Cruz, Xabier Mikel Azparren y el propio Camprubí. Un extra para un corredor encantado de competir para un grupo que cuenta con doce nacionalidades. “Es un gustazo. No tuve ningún problema de adaptación, ya que me defiendo bien en inglés y la gente es superagradable. Aunque hablar en tu propia lengua y con personas con las que compartes cultura siempre es mejor. Te ríes más, te lo pasas mejor y te entiendes un poco más. Son gente muy maja de la que se puede aprender mucho”.
PREDILECCIÓN POR LAS CARRERAS DE UN DÍA
Completadas sus dos primeras campañas en la élite, a Marcel le llega el momento de dar un paso más. “El equipo me pide evolución -confiesa directo-. Han apostado por mí y les estoy muy agradecido. El año pasado terminaba contrato y decidieron renovarme por una temporada porque vieron que mi progresión era buena, tenía potencial y mis números también iban bien. Este año me piden más resultados o más trabajo en momentos clave de carrera”.
Un cambio que él acepta, tanto física como mentalmente. “No me gusta centrarme en cosas que no dependen de mí, como por ejemplo ganar una carrera, pero sí que puedo controlar; para una prueba que me vaya muy bien, intentaré llegar en mi mejor forma, con un peso adecuado y habiendo estudiado los rivales y el recorrido. Esos detalles son fundamentales. Obviamente quiero resultados, creo que en ciclismo son importantes aunque se trate de un deporte de equipo, pero sobre todo busco ser un corredor constante. Si lo consigo llegará un momento en el que obtendré esos resultados”.
A pesar de que en forma es capaz de mostrar buen nivel en la alta montaña, Camprubí prefiere centrar sus miras futuras en las carreras de un día. “Me ha costado definirme, pero me gustaría llegar a ser como Purito o Alaphilippe. Me considero un puncheur, si lo trabajo puedo rendir también en puertos largos, aunque mi estilo más natural son las carreras duras con subidas cortas y un final exigente. Ahí creo que puedo hacerlo muy bien”.
Con pasado en el triatlón, su campaña 2021 en el conjunto Antiga Casa Bellsolà fue la que le convenció para probar fortuna en el ciclismo. “Con el subcampeonato de España sub-23 vi que podía llegar a ser profesional. Tenía el referente de Romo, que venía de la nada y pasó directamente al WT, así que empecé a hacerme películas de que podía subir ese mismo año, pero hablando con Verona y más gente me aconsejaron que siguiera un año en amateur y después plantear el salto. Fui al proyecto de Eolo, que es donde de verdad me hice ciclista, centrándome sólo en este deporte y cuidando todos los detalles. Ahí vi que me gustaba mucho el ciclismo, que lo disfrutaba”.
No obstante, podía haber dudas de su adaptación al ciclismo de carretera. Ayudó que anteriormente hubiera practicado otras modalidades que facilitaron sus inicios en un gran pelotón ciclista. “De pequeño hice trial, por lo que tenía asimilado el componente técnico. Además, siempre he practicado mountain bike. Creí que me iba a costar más acostumbrarme a rodar dentro del grupo. Es cierto que después tienes que aprender a ser eficiente, porque si no vas gastando muchas balas, pero desde el primer día me enamoró esa adrenalina de ir en el pelotón y meter manillar”.
El mundo de Marcel
* Tres personas que hayan sido decisivas para que estés en profesionales. "La primera es Jabo, un máster que conocí cuando aún competía en triatlón y me conectó con una grupeta en la que se iba muy rápido y con la que me enganché al ciclismo. La segunda diría Carlos Verona, ya que cuando hice segundo en el Campeonato de España sub-23 estaba un poco perdido sobre qué dirección tomar o qué representante elegir. Le pedí consejo porque le conocía de compartir entreno durante mi época en el Casa Bellsolà y resultó decisivo. Por último, de forma general nombraría a todas las personas con las que entreno y me permiten disfrutar del ciclismo. Esas que cuando llueve o las condiciones no son las mejores están ahí para acompañarme".
* ¿Dónde hay que buscarte fuera de temporada? "Me gusta viajar, es una de las mejores formas de crecer personalmente. También me da un poco de pena, ya que entre las carreras y los training camp pasamos poco tiempo en casa, pero al final esto ya lo conozco".
* ¿En qué trabajarías de no haberte dedicado al ciclismo? "Intentaría emprender en algo que me atrajera. No me veo en ningún trabajo a largo plazo. Llevar a cabo labores de oficina me costaría muchísimo. No me gusta estar encerrado, tengo energía de sobra, por lo que creo que desarrollaría un proyecto propio como una empresa de nutrición, que es algo que me interesa especialmente, o un café de estilo ciclista. Algo así".
* Tu mejor y tu peor día en el ciclismo. "Siempre que ganas una carrera es un muy buen día, pero quizá me quedaría con el subcampeonato de España sub-23, cuando me di cuenta de que tenía calidad para dedicarme a la bicicleta. Peores hay dos. Uno fue el Trofeo Guerrita de 2022. Llegué finísimo, apareció un día terrible y pasé un frío espectacular. También la Strade Bianche de mi primer año pro. Era reserva, falló un compañero y entré a última hora. Ese invierno había entrenado mucho y llegué con anemia. Fue muy frustrante, porque estaba cumpliendo un sueño en una de mis carreras favoritas, compartiendo pelotón con Van der Poel o Alaphilippe, y no podía mover más de 300 vatios. Mentalmente fue difícil".
* ¿Cómo es tu relación con las redes sociales? "Amor-odio. Sé que son importantes, es algo que quiero trabajar, pero no me gusta nada tener que aparentar y difundir todo lo que hago. Prefiero trabajar en silencio, aunque sé que a mucha gente le encantar ver el ciclismo por dentro, conocer la persona que hay detrás del corredor y nuestro estilo de vida. Sé que es algo muy positivo para el ciclismo, así que me tengo que poner en serio".
* ¿Cuánto tiempo te ves en el pelotón profesional? "Hasta que el cuerpo aguante. Si mejoro y tengo un nivel más competitivo, creo que mentalmente es un estilo de vida que va con mi forma de ser".
* ¿Qué es lo que se te hace más cuesta arriba de este oficio? "Tener que descansar, renunciar a muchas cosas por ello. No me cuesta completar los entrenos más duros o cuidar la nutrición, pero las tardes sin hacer casi nada para recuperar de cara a otro buen entreno al día siguiente son complicadas. Tengo una edad en la que mucha gente hace cosas muy chulas y yo no puedo. Pero lo pones en perspectiva en una balanza y no lo cambiaría por nada".
* Completa la frase. Desearía tener el talento para el ciclismo de... "Un buen clasicómano. Me encantaría verme delante en las carreras de un día, ya que si eres competitivo ahí después puedes ir a una gran vuelta a trabajar para un compañero y al mismo tiempo disputar etapas. Es algo muy bonito. Lo que tengo claro es que no quiero ir a hacer la general de una grande. Primero porque no tengo la capacidad de recuperar y segundo porque 21 etapas, día sí día también al máximo, me costaría".
* Una serie que te haya logrado enganchar. "Peaky Blinders".