- ¿Por qué eres ciclista?
- Empecé cuando era un crío. A mi padre le gustaba el ciclismo, aunque él era más de MTB. Veía a mis amigos dando vueltas con sus bicis y también quise probar; me aficioné enseguida. En alevines empecé a competir y lo compaginé con el fútbol, que ya lo practicaba. Pero llegó un momento que decidí darle sólo a los pedales.
- ¿Por qué descartaste el fútbol?
- ¡Tampoco se me daba muy bien! (ríe) Era mediocentro. El ciclismo me concedía la oportunidad de descubrir más sitios sin depender de nadie y disfrutar mucho más con los amigos. Éramos la bicicleta y yo, eso me abrió un mundo muy grande. Podía ir a cualquier lado, visitar lugares que, con esa edad, de no haber sido por el ciclismo hubiese sido imposible. Aunque con el fútbol también te mueves, apenas conoces los estadios de los pueblos.
- Siendo de Zumárraga y con pasado futbolero, está claro de qué equipo eres...
- Sí, de la Real Sociedad, claro. Me gusta mucho, aunque no soy tan acérrimo como para no perderme un partido o ir al campo a verlo. Con las exigencias del ciclismo cada vez lo sigo menos, pero me gusta.
- Tres palabras que te definan como ciclista.
- Duro, sufridor y cabezón.
- ¿Qué le pides a 2025?
- No quiero decir suerte, pero al menos no tenerla mala. Que esté entero durante toda la temporada, ya que el año pasado no tuve fortuna con las caídas. Contar con continuidad
- ¿Qué aprendiste el año pasado en tu debut en profesionales?
- Sobre todo que la gente va muy rápido y el pelotón muy compacto, eso supone un gran cambio cuando pasas de categorías inferiores. Siempre te dicen que fliparás con el salto y luego es cierto. ¡Te llevas un buen susto! En mis primeros días como profesional me llamaron la atención las ganas que tenía todo el mundo de ir delante, la tensión que se respiraba ya en Mallorca en febrero. Se rueda rápido en cualquier terreno y hay poco tiempo para descansar.
- ¿Has notado una evolución del año pasado al inicio de este?
- Algo sí, sobre todo en las distancias. Al principio me daban un poco de temor las carreras en las que miras el libro de ruta y son 200 km. En amateur apenas hay recorridos así. Es una hora y media más de esfuerzo y ese era mi mayor miedo.
- Un titular que te gustaría leer contigo como protagonista.
- Nicolás Alustiza gana una etapa en la Itzulia.
- ¿Cuál es tu ruta preferida para entrenar?
- Me gusta tirar hacia la costa, la zona entre Zumaia y Deba, que es preciosa. Salgo por Azkoitia, Azpeitia y Zestoa.
- ¿Cuál es tu puerto favorito?
- El Aubisque.
- ¿Y el que te gustaría subir con un dorsal a la espalda?
- El Stelvio.
- ¿Quién era tu ídolo ciclista cuando eras pequeño?
- Mikel Landa.
- ¿Y quién es tu modelo a seguir ahora?
- Xabier Isasa. Es un lujo tenerle como compañero de equipo, aunque no soy de preguntar o pedir consejos. Entre todos nos ayudamos. Además, en este mundo hay poco misterio. Debes dar pedales, descansar y cuidarte mucho.
- ¿Quién te ha impresionado más en el pelotón?
- Casi todos, porque desde chaval los he visto por la tele y compartir pelotón con ellos ahora es la leche. No podría quedarme con uno solo. Con Pogacar, por ejemplo, coincidí el año pasado en las clásicas italianas... pero le vi ya en meta (ríe).
- ¿Qué es lo más grande de correr en profesionales?
- Que es sinónimo de todo el trabajo que has hecho, de disciplina, constancia, y de las ganas que tienes de cumplir un sueño. Ganas de querer llegar ahí. Eso te empuja cada día a dar un paso más, buscando lo más alto.
- ¿Tienes recuerdos de la marea naranja?
- Sí, de verla por la tele cuando los puertos estaban llenos de aficionados. Formar parte del equipo como corredor es un sueño. De pequeño solía ser parte de ella; estaba en las cunetas, en Arrate, cuando llegaba la Itzulia. Recuerdo vivirlo in situ los años que ganó la etapa Samuel Sánchez. Me emocionaba mucho.
- ¿Cómo te ves dentro de diez años?
- No sé si estaré en este mundo, espero que sí. Sobre todo, que continúe disfrutando y con la misma ilusión.
- ¿Qué tipo de ciclista quieres ser?
- Un perfil de corredor que suba bien y sea medio rápido. No para disputar generales, pero sí pelear por etapas duras y poder ayudar al equipo. Como amateur, en los grupos pequeños me defendí bien y tenía una punta de velocidad que me permitía luchar por victorias. Aunque aquí todo es distinto y no pienso tanto en ganar, prefiero ir aprendiendo y mejorando poco a poco.
- ¿Qué querías ser de mayor cuando eras pequeño?
- Siempre me ha llamado la atención ser ciclista, por lo que transmite de lejos, ese sufrir tanto.
- ¿Había algún otro plan en tu vida además de la bici?
- Sí, estudio una ingeniería. Lo compaginé hasta el año pasado, pero ahora me requiere más el deporte profesional. No tengo prisa. Llevo hasta tercero hecho y me queda el último curso que me quiero tomar con calma. Ahora mi trabajo es la bici y me centro en ella al cien por cien. No ha sido fácil combinarlo, se trata de organizarse. Los años de amateur tenía más opción de seguir con los estudios y los aproveché bien. Pero ahora quiero ser ciclista. No deseo quedarme con la sensación de hacer dos cosas a medias, prefiero centrarme en la bici. La exigencia es mayor y con los horarios de los entrenamientos ir a la universidad resulta casi imposible.
- ¿Una carrera que sueñes con correr?
- El Tour y el Giro de Italia.
- Tu mejor día encima de la bici...
- El año pasado en el Tour de los Alpes. Salió buen tiempo y disfruté muchísimo de los puertos de ensueño y todos los metros de desnivel que superamos.
- ¿Y tu peor día?
- El año pasado en Mallorca cuando me rompí la clavícula. Era mi segundo o tercer día en profesionales y fue muy duro caerme y lesionarme. Tener que parar, descansar y recuperarme mentalmente fue un golpe grande. Hice toda la pretemporada muy bien y estaba superilusionado con el debut. Menudo recibimiento tuve en la categoría. Te da rabia, pero después de caerte no queda otra: levantarte.
- ¿Cuando vas en carrera te da tiempo a disfrutar del paisaje que te rodea?
- Estás en tensión y poco tiempo te da para disfrutar, pero una vez vas para atrás, ahí sí que puedes fijarte en lo que te rodea y apreciarlo.
- ¿Qué lección te ha dado el ciclismo?
- Sobre todo, que hay que tener disciplina para seguir haciendo lo que te gusta. Y que si te marcas un objetivo, debes mentalizarte para llegar a alcanzarlo.
- ¿Cuando enciendes la tele es para ver series o carreras ciclistas?
- De todo. Tampoco me gusta saturarme únicamente con el ciclismo. Hay que equilibrar. Estos días he acabado de ver Vivir sin permiso.