Entrevistas

Ricardo García, experiencia al servicio de la Fundación Euskadi

A punto de cumplir los 30, será el veterano del equipo presidido por Mikel Landa, su amigo y ahora jefe. “Le veo más centrado", dice del corredor de Movistar

Ainara Hernando.

2 minutos

Ricardo García, experiencia al servicio de la Fundación Euskadi

A Ricardo García casi se le ha olvidado ya la grandiosidad. La de las grandes presentaciones y las puestas de largo por todo lo alto. Por eso no pudo evitar sentirse abrumado en la de la Fundación Euskadi y retrotraerse a lo que hace varios años vivió, casi siendo un niño, cuando pasó a profesionales con el Euskaltel-Euskadi. “Fue un bombazo, nadie nos esperábamos este recibimiento, ni de la gente ni de los medios”, decía el ciclista vitoriano. “Fue impresionante”.

A ‘Ritxi’ le robaron como a un niño la ilusión, el caramelo cuando ya lo estaba saboreando en la boca. En 2012 subió a la máxima categoría después de pasar, como su gran amigo Mikel Landa, por todos los filiales del Euskaltel-Euskadi. Naturgas, Orbea y después, el equipo naranja. Cuando comenzaba a establecerse en la élite y buscar su hueco, de repente, el Euskaltel se fue a pique y a Ricardo le tocó elegir entre dos duros caminos llenos de incógnitas: dejarlo o emigrar.

Eligió seguir siendo ciclista. Lejos. Aceptó el dorsal que le ofrecía el Ukyo y se fue a Japón. Allí ha permanecido cuatro largos años cosechando varias victorias, como la de la tercera etapa del Tour de Singarak o la del Tour de Molvccas. Ahora vuelve a casa de la mano del mismo equipo que le hizo profesional.

Ya puede olvidarse de la dieta asiática. “He visto que el arroz y el pescado no es lo mío. Ahora me he pasado al pan, que para acompañar es más rico. Echaba de menos los huevos fritos y una buena alubiada”.

Pero por encima de todo, Ritxi ha “podido capear la temporada mala que tuve desde la desaparición del Euskaltel, y gracias a ello me he vuelto a meter en la ruleta del ciclismo”. Ya vuelve a compartir pelotón con los mejores. “Siempre hace ilusión volver a casa”, confirma. “Arrancamos con fuerzas, ganas e ilusión”.

Un plus de confianza

A punto de cumplir 30 años el próximo mes de febrero, Ritxi está llamado a ser el capitán de la Fundación Euskadi en carrera. “Quiero dar veteranía al equipo y aportar lo mejor de mi mismo. Darles tranquilidad a los jóvenes”.

No oculta que este es “un año ilusionante. Muy diferente. Tengo mucha ilusión y sé que con eso y paciencia, todo es posible”. Su objetivo en 2018 es “ser regular como he sido siempre. La tranquilidad que me aporta ser el veterano del equipo me va a dar ese plus de confianza y quizá puedo conseguir alguna victoria”.

Ricardo ha estado además entrenando junto a Mikel Landa en Calpe antes de la presentación de la Fundación. No duda en señalar que su amigo está “bien. Lo veo con muchas ganas, como siempre y con ilusión”. Y repite un concepto: “Está centrado. Creo que va a conseguir todas sus metas, está muy centrado en sus entrenamientos. Cada año que pasa como persona se conoce más a sí mismo. Esa veteranía es un plus”.  

Reconoce que tener como patrón del equipo a un amigo “es poco visto pero cada uno tenemos nuestro papel y sabemos dónde está nuestro lugar. Lo llevamos bien”.