El ciclista barcelonés del Kern Pharma Roger Adrià reconoció que Marc Soler (Movistar) es "un espejo" en su progresión como ciclista, mientras espera "con ilusión" volver a rodar por carretera este lunes y "tener una sensación de libertad" que a los ciclistas los ayudará "en muchos sentidos".
"Ver que Soler salió de mi mismo equipo amateur (Lizarte) y ha seguido los mismos pasos que yo te da ánimo y me hace ver que estoy capacitado para intentar lograr lo mismo que él", comentó una de las grandes promesas del pelotón español en una entrevista concedida a EFE.
A sus 22 años, Adrià debutó como profesional en la Challenge de Mallorca el 30 de enero y su mejor resultado fue la posición 31 en la Vuelta a Andalucía, última prueba que disputó antes de que la pandemia del coronavirus parara el calendario ciclista.
El rodillo y las sesiones de tonificación han sido su entrenamiento diario durante el confinamiento, pero Adrià asegura que no fatigarse "mentalmente" ha sido lo más importante en este tiempo para conseguir "tener frescura y fuerza mental" cuando reanude los entrenamientos lejos de casa.
El pupilo de Iosune Murillo, su entrenadora, dice haber comenzado "con buen pie" su etapa como profesional, a la que llegó con un gran cartel tras ganar la Copa de España en su último año como aficionado.
"El ciclismo profesional supone un gran cambio y tengo que mejorar físicamente y pulir el aspecto táctico", comenta con un discurso propio de un deportista que tiene las ideas muy claras.
"Aún no he descubierto qué tipo de ciclista soy ni dónde está mi techo", asegura Adrià quien, sin tener "una meta fija", pone en su horizonte deportivo "estar en la salida de un Mundial o de una gran clásica" y sentirse "capaz de ganar".
Con ese horizonte "aún lejos", el ciclista reconoce que le quedan "muchísimos pasos" por dar, pero se muestra "seguro" de que llegará al UCI Pro Tour, algo en lo que también coincide su director en el Kern Pharma, Juanjo Oroz, tras moldearlo en el Lizarte, una de las mejores canteras del ciclismo español.
El presente inmediato es salir a rodar en la carretera "un par de horas" a partir de la semana que viene y completar las sesiones con hora y media o dos horas de rodillo en casa y tonificación.
El corredor afirmó que, con la base que traía de la preparación de invierno, no ha perdido "tanto fondo" y calcula que sería "ideal" un mes y medio de entrenamiento antes de volver a competir "en función de cómo evolucione todo", tras la desescalada del estado de alarma por la COVID-19.
"Empezando a entrenar la semana que viene, creo que estaremos preparados para cuando vuelvan las carreras, que parece ser que será en el mes de agosto", pronosticó el corredor.
Roger Adrià es consciente de la importancia que para el ciclismo tiene la vuelta a la competición, "aunque sea sin público", y afirma que los ciclistas no pondrán "ninguna pega" a los organizadores para competir "cuanto antes mejor".
"El ciclismo se fundamenta en el dinero de los patrocinadores, que si no hay carreras podrían replantearse su inversión. Que haya carreras por televisión ayudará a que las marcas sigan dentro de nuestro deporte", afirmó.
No desiste Roger Adrià en volver a intentar hacer "un buen papel" en el Mundial de Sub-23, programado para finales de septiembre en Aigle-Martigny (Suiza), en la que sería su tercera participación en este campeonato.
"Es una de las carreras que tenían en mente para esta temporada y, en función de cómo llegue a agosto y septiembre en cuanto a ritmo y competitividad, veré si entro en la selección", concluyó el ciclista catalán.