Corbin Strong se presentó al mundo en el circuito europeo y frente a equipos del World Tour con un triunfo ajustado sobre Omar Fraile y Anders Halland Johannessen en la primera etapa del Reino Unido, que prometía emociones fuertes por la clasificación general en Glenshee Ski Centre (8.1km al 3.2%) y deparó una volata numerosa con, eso sí, sorpresa final.
Más que nada porque Richie Porte y Magnus Sheffield hicieron una preparación de manual que dejó al español en una posición inmejorable para rematar la jornada. Éste saltó y se acercó, entre chepazo y chepazo, a una línea de meta que vio a Strong aparecer casi de la nada para dar una cantidad muy rica de puntos al Israel Premier Tech.
Antes incluso de que se contara con retransmisión en directo, para lo que hubo que esperar más de lo deseado por las malas condiciones climatológicas, hubo que lamentar el abandono de Marco Haller por un desafortunado choque con una moto en los compases iniciales de la etapa. Al poco se formaría la escapada del día.
Sin demasiada oposición, Jacob Scott, Matthew Teggart, Martin Urianstad, Stephen Bassett y Matthew Gibson saltaron en cabeza y, entre que el perfil era bastante plano hasta la ascensión final, y que el tiempo no acompañaba, el gran grupo se desentendió y dejó hacer. Así las cosas, los punteros comieron viento durante no poco rato.
Al menos se pusieron de acuerdo y mientras Matthew Teggart se hizo con las metas volantes de Inverurie, Alford y Ballater, Stephen Basset cumplió con lo propio en los ascensos a Bennachie Forest (1.2km al 5.4%), Lord's Throat (1km al 8.3%) y Suie Hill (1.9km al 8.6%). El Ineos, mientras tanto, jugaba y contemporizaba con los tiempos.
Más incluso de lo que hubiera deseado, pues no capturó a los punteros hasta dentro de los dos últimos kilómetros, en los que se formó ese treno ya mencionado, con Porte y Sheffield, que acabó en agua de borrajas frente al estirón de un pequeño neozelandés (bueno en el sprint y en la montaña) que se ha vestido de líder.