Debora Silvestri (Laboral Kutxa - Fundación Euskadi) renació de una caída en el último descenso para terminar conquistando el Gran Premio Ciudad de Eibar. La corredora italiana se supo a reponer al revés que sufrió durante el transcurso de la prueba, enlazar con la cabeza de carrera y batir a sus rivales para levantar los brazos en la llegada a la localidad vasca. Así consiguió apuntarse su segunda victoria como profesional y sumó un triunfo muy especial para su equipo debido a la despedida de Ane Santesteban del ciclismo.
Jornada inolvidable para los amantes del ciclismo. Ane Santesteban se despidió hoy como ciclista profesional en el Gran Premio Ciudad de Eibar. Un recorrido de 131,6 kilómetros con salida y llegada en la localidad guipuzcoana fueron el adiós de una corredora icónica. Tras el homenaje en la línea de salida, la prueba se caracterizó por la lluvia, su exigencia y dureza, ya que contó con más de 2.000 metros de desnivel acumulado y tres puertos puntuables.
Sin embargo, esa no fue toda la complejidad del trazado: la lluvia y el frío se convirtieron en un factor importante, que obligó incluso a neutralizar la carrera a 71 kilómetros de la línea de meta por restos de gasolina en la calzada. Aún así, el pelotón se desvivió por brindar un gran espectáculo y rendir al máximo. Desde los primeros compases de la carrera, hubo continuos ataques para conformar la fuga. Un quinteto con Banllés y Bosch (Massi Baix Ter), Velychko (Pagfio Dema), Dias (Farto-Kiroot) y Brooke (Das Hutchinson) consiguió más de 3 minutos, pero siempre estuvo controlada por el pelotón.
Lyli Williams (Human Powered Health) fue una de las principales protagonistas de la jornada al marcharse en solitario a 39 de la llegada. Aprovechando la caída en el pelotón de las ciclistas que lideraban la persecución, llegó a disponer de 50 segundos en el inicio de la ascensión a Ixua.
Su valentía y desparpajo fueron de admirar, pero su aventura fue neutralizada a 9 kilómetros de meta, cuando Débora Silvestri desató las hostilidades. Usoa Ostolaza (Laboral Kutxa - Fundación Euskadi) la relevó en el último kilómetro de ascensión y se convirtió en la dueña de la cabeza de carrera tras coronar el puerto de Ixua. La corredora vasca rodaba con constancia y fuerza, iba lanzada a por la victoria y de repente la mala suerte se cebó con ella. Se precipitó al asfalto en el descenso debido a las carreteras mojadas por la lluvia, y además, sufrió una avería, dejándola en fuera de juego.
Todo estaba por decidir, la certeza estaba en el aire. Y en los kilómetros finales se formó un trío en cabeza de carrera liderado por Debora Silvestri, que se había repuesto después de sufrir anteriormente una caída. Después de desgastarse y exprimirse para enlazar con la cabeza de carrera, seguía teniendo fuerzas. Primero, trató de soltar a sus dos acompañantes de aventura en el descenso final a 2,5 kilómetros de meta, y segundo, después de ser alcanzada por Noemie Thomson (Das Hutchinson), aún le quedaba una bala en la recámara. Lanzó a 150 metros y la dejó atrás, parecía un cohete que se dirigía hacia la victoria, que conquistó en homenaje a Ane Santesteban en un gran día para Laboral Kutxa-Fundación Euskadi.
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