Queda menos de un mes para que se dispute la París-Roubaix, la clásica de las clásicas, el infierno del norte y su mítico final está ahora mismo bajo el agua. Las intensas lluvias caídas en la zona en los últimos días han sumido buena parte del Velódromo bajo el agua, como se puede ver en la imagen procedente de nordeclair.fr.
El propio medio galo es quien se hace eco del estado de una de los lugares más históricos y legendarios en el mundo del ciclismo. La parte central del velódromo está ahora mismo inundada y el agua se desborda incluso por la pista.
Nordeclair.fr se ha puesto también en contacto con el adjunto al teniente alcalde encargado de eventos deportivos, Eric Delbeke, que ha declarado que éste “no es un problema de ayer ni de antes de ayer, si no de hace más de diez años”, y afirma que la situación se debe a un problema en el sistema de drenaje y que no es grave. El agua será bombeada.
El año pasado ya se introdujo una cámara dentro del sistema de evacuación de agua del velódromo y así saber a qué se deben las inundaciones. “El terreno se ha movido y las tuberías se han roto”, cuenta Delbeke a nordeclair.fr. “Se han derrumbado sobre sí mismas y no podemos repararlas”.