Después de la cancelación por las condiciones climatológicas adversas de la jornada inaugural de la ronda gallega, la 2ª etapa suponía el auténtico estreno competitivo de Jonas Vingegaard en 2023, camiño de su gran objetivo: repetir triunfo en el Tour de Francia. Al igual que hiciera Tadej Pogacar en tierras andaluzas (en la clásica Jaén Paraíso Interior y la Vuelta a Andalucía) el danés del Jumbo-Visma ha abierto la temporada levantando los brazos y dando imagen de poderío.
La 2ª etapa de O Gran Camiño -disputada entre Tui y A Guarda, con 184,3 km- presentaba un trazado quebrado con dos puertos de 3ª categoría (San Esteban de Negros y Alto da Cruz de Portela) como aperitivo de un final inédito en el ciclismo profesional en el Monte Santa Trega, tras una ascensión de 3,6 km al 7,6% que incluía en su parte final un tramo empedrado tan bonito como exigente.
Vingegaard no quiso esperar al mismo para dinamitar la carrera y -después de un gran trabajo de Rohan Dennis y del joven Johannes Staune-Mittet, que pusieron un ritmo durísimo desde antes de empezar la subida- el danés lanzó un potente demarraje a falta de 2,4 kilómetros con el que se marchó en solitario. Nadie intentó seguirle. Todos asumieron que el vigente ganador del Tour de Francia está a otro nivel.
Mientras el del Jumbo-Visma volaba en solitario a por la victoria, en el pelotón se movían Victor Langellotti (Burgos-BH), Ion Izagirre (Cofidis) y el portugués Ruben Guerreiro (Movistar Team), que se hizo con la segunda posición en la meta de A Guarda, a 21". Todos ellos tuvieron que resignarse ante el golpe de autoridad de Jonas Vingegaard, que cuatro meses y medio después de su última competición empezaba el año sacando músculo. Es su 13ª victoria como profesional (la primera en nuestro país) y la segunda del Jumbo-Visma en 2023, tras la de Rohan Dennis en el Tour Down Under.
Vingegaard se viste con el maillot amarillo de líder de la ronda gallega, con 28" de ventaja sobre Guerreiro. Ion Izagirre queda a 31", y Antonio Pedrero (Movistar Team), Jesús Herrada (Cofidis) y Langellotti (Burgos-BH), a 39.
Siete corredores fueron protagonistas de la etapa al formar parte de una larga fuga que terminó cuando los últimos supervivientes fueron alcanzados cerca de coronar la penúltima dificultad montañosa, Cruz de Portela, a 14 kilómetros de meta. La integraban Antonio Angulo (Burgos-BH) Unai Cuadrado (Euskaltel-Euskadi),Josu Etxeberria (Caja Rural-Seguros RGA), Mattia Bais (EOLO-Kometa), Alejandro Ropero (Electro Hiper Europa), Alexander Konychev (Team Corratec) y Sebastian Schönberger (Human Powered Health).
Lo aprovechó el gallego Delio Fernández para exhibirse delante de sus paisanos. Él fue quien coronó en primera posición el Alto da Cruz da Portela, por delante de Francesco Gavazzi y Samuele Rivi, antes de que el bloque amarillo, con Vingegaard muy bien colocado, volviese a subir el ritmo para enfilar el exigente último puerto de Monte Santa Tegra.
Los corredores de Cofidis también se dejaran ver en la parte delantera antes de iniciar la subida. Fue algo pasajero. El Jumbo-Visma enfiló el grupo hasta que Vingegaard arrancó a falta de escasos 2,4 kilómetros. Nadie aguantó su golpe. El danés se despegó de sus rivales con facilidad para entrar en el empedrado con una cómoda renta sobre sus perseguidores.
La 3ª etapa de mañana -entre Esgos y Rubiá (Alto do Castelo), de 163 km- es la considera jornada reina de esta edición de O Gran Camiño. Una etapa con más de 3.800 metros de desnivel acumulado, con un puerto de tercera categoría, el Alto do Rodicio, uno de segunda, el Alto da Hermida, y tres de primera encadenados: una doble subida al durísimo Alto de Santa Mariña (5,5 km al 10,3%), en O Barco, y el final en el Alto do Castelo (6,7 kmk al 6,3%), en A Veiga de Cascallá (Rubiá).
CLASIFICACIONES
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