Cuando una carrera y/o marcha tiene un recorrido que gusta mucho, tiene el ingrediente principal para ser todo un éxito. Y este es el caso de la ruta del II Gravel de Tres Cantos by Specialized, y no es únicamente nuestra opinión, sino la de la mayoría de participantes al llegar a meta, tanto de los corredores de la Copa de España de Gravel como de los participantes de la marcha -es el mismo recorrido exactamente-.
Recorrido rápido, muy rápido de hecho, pero que lejos de ser un llaneo acoplados al manillar sin levantar casi la cabeza, tiene un perfil quebrado en el que solo hay sube y bajas constantes, casi sin descanso, con apenas un par de rampas duras y en el que se suman unos 1.700 metros de desnivel positivo acumulado -se anunciaban 2.100 en la guía del participante- sin haber prácticamente ninguna subida larga o excesivamente inclinada que obligue a bajar mucho el ritmo y penar durante un buen rato. Así que ya podemos deducir que se trata de un rompepiernas en toda regla.
El trazado en realidad da la espalda a la ciudad de Tres Cantos con su relieve urbanístico llevado a más y también a la gran urbe madrileña, y aunque en los cientos de giros que hace la ruta asoman las cuatro torres administrativas junto a la Castellana -que ya son cinco- tras el contorno de las lomas verdes, la panorámica general mira hacia la Sierra del Guadarrama, sin rastros de nieve en sus cumbres pese a ser invierno, la Sierra de Hoyo de Manzanares y la Sierra de la Cabrera, con sus características moles de roca.
La carrera transcurre en buena parte por las pistas y carreteras del Canal de Isabel II, hoy día en bastante mal estado, bacheadas y con bastante gravilla, un tipo de terreno rural y muy revirado hasta ahora muy frecuentado por bicis de montaña y que es totalmente idóneo para pedalear con la bici de Gravel, algo que esta carrera aprovecha al 100%.
Y tan bacheadas y rotas están que, si bien defendemos la bici de Gravel como la perfecta para rodar en este entorno, la que hemos usado nosotros, una Diverge STR de Specialized, ha sido mejor casi si cabe. La que tiene un sistema de flexión en el tubo de sillín con un mini-amortiguador y la suspensión del manillar Future Shock, para ubicarnos. Los baches son muy constantes, con mucha transición entre tierra y asfalto viejo, mucho hoyo y regueros en bajada. Y esta bici, si bien a priori no era la más adecuada para un entorno de carreras, por su enfoque más aventurero y cicloturista, al final de la ruta me he tenido que comer mis palabras iniciales de “no se si esta es la bici correcta” que un servidor le dijo al personal de márqueting de Specialized cuando me la entregaron.
Sus sistemas para aislar al ciclista del terreno, para “suspenderlo” mejor dicho, al no restar energía a la hora de pedalear y sí aportar más comodidad en esas zonas rotas, sobre todo en altas velocidades cuando los impactos son más violentos y se acumulan, pues se agradece bastante con el paso de los kilómetros y las horas. En meta de hecho, algunos corredores comentaban el cansancio y dolor de manos, brazos y cuello, y sinceramente, habiendo corrido con la STR no sé de qué hablan.
Se trata de un tipo de ruta en realidad muy asequible tanto si eres un Pro como si eres un aficionado normal y corriente. Pero ya sabes lo que se dice, no es la bala lo que mata, es la velocidad, y como el perfil de esta ruta anima a pedalear con mucha velocidad desde el inicio, es fácil que llegues a la meta con las piernas “muertas”. Eso sí, de los casi 100 km que forman el recorrido -se anunciaban más de 100-, en torno al kilómetro 60 se alcanza la cota más alta de toda la ruta, con una rampa más dura y seguida de una bajada algo más técnica, y a partir de ahí a meta el relieve se vuelve mucho más favorable y rápido, logrando que si vas justo de fuerzas se te haga “menos bola”.
Este año además el buen tiempo ha protagonizado la jornada, si es que un día soleado y una temperatura máxima de casi 20º en febrero y en zona de sierra puede considerar “buen tiempo”, aunque al menos para montar en bici y disfrutar sí lo haya sido.
En cuanto a la carrera, el ganador de esta fecha histórica por ser la I Copa de España de Gravel ha sido el murciano Luis León Sánchez, quién se entrenaba en esta nueva etapa como exprofesional y cumplía con las apuestas iniciales, peleándose con Gonzalo Serrano para primero distanciarse de sus rivales y luego entrar muy apretados bajo la línea de meta, marcando el mismo tiempo exactamente, de poco más de tres horas y diez minutos. En féminas ha sido Mireia Benito la que se ha coronado como ganadora de la cita y primera líder de este campeonato.
Tras todas las categorías del Open también han recorrido la ruta los participantes en la modalidad de marcha, con la peculiaridad de que en esta categoría al no ser competitiva -o eso decimos los cicloturistas- están permitidas las bicis de montaña y también las eléctricas, tanto de montaña como de Gravel.
El 23 de marzo llegará la segunda cita de la Copa de España Gravel en Badajoz, en la 114 Gravel Race.
