El ciclista del Movistar Team Iván Romeo -nacido en Valladolid hace 22 años- fue el protagonista de una nueva edición de los Desayunos de la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid (APDV), celebrado este jueves en los salones de la Real Sociedad Hípica y donde estuvo acompañado por el periodista Javier Ares.
En el todavía incipiente palmarés de Iván Romeo lucen ya tres victorias de prestigio logradas esta temporada 2025: el campeonato de España en ruta y dos etapas en la Vuelta a Valencia y en la Dauphiné, donde llegó a vestirse de amarillo. Además se estrenó este año en una gran vuelta, el Tour de Francia, carrera que consiguió finalizar pese a sufrir una dolorosa caída en la penúltima etapa, cuando luchaba por la victoria en la escapada. En años anteriores, destacan en su hoja de resultados el oro en la contrarreloj del Mundial sub 23, en Zúrich en 2024, y una etapa del Tour del Porvenir en 2023.
Formando tándem con Iván Romeo protagonizó el acto el periodista Javier Ares, uno de los grandes narradores del ciclismo en radio y televisión. Ares, vallisoletano de Zamora, tiene una dilatada trayectoria de más de cincuenta años en los medios, con un currículum que incluye los maillots de la Cadena Ser, de Antena 3, del Grupo Prisa, de Onda Cero y, en estos momentos, de Eurosport, en donde comenta las grandes carreras ciclistas con el apoyo del campeón Alberto Contador.
El Desayuno de la APDV, que hace el número veinte, estuvo moderado por el periodista José Miguel Ortega, que podría rivalizar con Ares en el número de Tours, Giros y Vueltas que ha cubierto con el micrófono de Radio Nacional de España. Además, en el ámbito insticional, estuvieron presente en el Desayuno de la APDV Enrique Sánchez-Guijo, director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Javier González, diputado de Deportes, Mayte Martínez, concejala de Deportes del Ayuntamiento de Valladolid, y Santiago Hidalgo, gerente de la FMD; junto a otras personalidades del mundo del ciclismo como José Luis López Cerrón, ex presidente de la RFEC, Juan Carlos Domínguez, Tomás Nistal, Fernando Quevedo y Roberto Coca.
Un corredor necesario para España
José Miguel Ortega presentó a Javier Ares como una de las grandes estrellas del periodismo del ciclismo, «además, es amigo mío; tú y yo no hemos discutido nunca» y a Iván Romeo como una gran figura internacional, «es una gran esperanza que hará cosas muy buenas, que ya las ha hecho». «Me gusta marcar objetivos y no soy de los que están al ochenta por ciento, o estoy muy bien o estoy muy mal», remarcó Romeo.
La experiencia de Ares le sirve para marcar referencias con sus inicios en el ciclismo. «En aquellos tiempos veías a ciclistas como Gandarias, o Zubero, que acaban quintos en el Tour y parecía una heroicidad, ahora Enric Mas hace séptimo y muchos le llaman ‘matao’, venimos de una época muy buena con Contador, Valverde, Freire, y alguien como Iván es muy necesario para el ciclismo en España porque es muy versátil. Es una de las grandes figuras del ciclismo internacional, y punto».
«Hemos pasado de escaladores, de tipos corajudos como Ocaña, y ahora tenemos a un español de uno noventa y tres, contrarrelojista, capaz de ganar etapas sueltas con unos alardes descomunales, y ahora estamos en el punto de arranque, Indurain ya era en su época un ciclista poderoso y medía una ochenta y cinco», recuerda Ares. «Ahora se va mucho más rápido, por los materiales y las bicis, se parece más a la Fórmula Uno que al ciclismo de antaño, esos corredores de 55 kilos llegan reventados a la montaña porque en el llano se va mucho más rápido», remarca Romeo.
Con solo 22 años, el ciclista vallisoletano exhibió madurez y ambición durante toda la charla, dándole un valor especial al entorno y a la familia. «tanto mi hermano Sergio [también ciclista, del equipo Finisher] como yo hemos hecho de todo, hicimos baloncesto, triatlón y nos pasamos a lo que mejor se nos daba; tengo un hermano pequeño, Lucas, que entrena más que yo, está un poco loco; siempre me mojaba la oreja, hasta no hace mucho no podía con él, esa competencia sana entre hermanos es lo mejor. Si eres ciclista en Valladolid es que eres bueno seguro, con este frío que hace».
Iván Romeo recordó las vacaciones de verano con su familia a ver el Tour. «El primer año fue en 2008 y fue en Hautacam; el ciclismo transmite mucho, o te gusta mucho o no te gusta nada; mis padres también estuvieron este año, pero lo vieron con otro punto de vista distinto, claro». Un entorno familiar que le permite a Romeo mantener la cabeza bien amueblada. «Es mi mejor suerte porque si no te vuelves loco, cuando llego a casa y no meto los platos en el lavavajillas, me cae una colleja».
Este 2025 ha sido el del primer Tour de Romeo. «Ahí hay que llevar el mejor equipo posible, para el patrocinador representa el cincuenta por ciento del calendario; tuve una etapa ahí [en la 20ª etapa, en la que formó parte de una fuga que llegó a meta], de no haberme caído creo que hubiera ganado, pero es un golpe de realidad, un aprendizaje más, no eres más que un monigote encima de la bici y si cometes un fallo te vas fuera».
"No me voy a poner límites"
Romeo valora como muy positiva su etapa en el Hagens Berman Axeon, el equipo continental americano de Axel Merckx en el que tuvo la primera experiencia profesional en 2022, antes de fichar por Movistar Team al año siguiente. «Dar el salto desde el equipo juvenil es muy brusco y creo que hice lo correcto, fue el único año en que no gané ninguna carrera, pero te da experiencia internacional, aprendí a hablar inglés porque era el único espaaño, en un equipo con irlandeses, estadounidenses, neozelandeses; era un equipo que cogía lo mejor de cada casa y te da una perspectiva diferente». Ares remarcó la necesidad de hablar inglés en el ciclismo actual. «En el Tour de 1975 solo había trece ciclistas que no eran de la vieja Europa, en este 2025 han sido ochenta, ahora hay países como Eslovenia, Dinamarca, Estados Unidos o Australia que son grandes potencias; es la ecumenización que ha conseguido el ciclismo, una Torre de Babel en la que es imprescindible hablar en inglés».
«Si hay que volverse un poco loco hay que hacerlo en esos años, con 18, pasas la zona de comfort al ciclismo profesional y hay corredores que acusan ese tránsito, en aquel equipo estaba rodeado de gente que es igual de ambiciosa que tú», reconoce Romeo. Javier Ares insistió en que lo más importante de Romeo no es lo que ha ganado, sino cómo lo ha ganado, «con unas fugas descomunales [en Valencia y Dauphiné] en las que nadie fue capaz de cazarle», aunque Romeo se queda con el campeonato de España en Granada, «todo el Movistar apostó por mí, si sale mal, sale mal, y si sale bien, vale el doble, es el triunfo que más he disfrutado porque toda mi familia estaba allí, es un día que teníamos apuntado».
Romeo no se pone límites. «Hay que mejorar cada día y la carretera te pone en tu sitio, tengo mis oportunidades al máximo nivel, donde puedo ver que soy válido para ciertas cosas, no me gusta encasillarme en un rol, de contrarrelojista o de rodador, sirve de poco pensarlo, creo que puedo hacer buenas generales en vueltas de una semana y buscar etapas en las grandes vueltas. No me voy a poner límites porque la carretera te los pone muy rápido». «Iván Romeo es ganador», apuntaló Ares.
Referentes que trascienden el ciclismo
Ortega y Ares destacaron el día a día del ciclismo en estos meses de invierno, de vida monacal, en los que los corredores hacen bici de montaña, gimnasio... «Tenemos dos semanas de descanso total, son unos ochenta días de competición, más de doscientos cincuenta días al año fuera de casa, pero soy un privilegiado porque mis mejores amigos son ciclistas, ahora bajaremos a entrenar al, sur porque hace más calor, a comer ensalada de pasta con pollo, pero lo hago con mis amigos. En carrera comemos cantidades sobrenaturales de 6.500, 7.000 calorías, pero es que quemamos unas 8.000», dijo Romeo.
Parte del entorno del vallisoletano es su novia, la inglesa Cat Ferguson, compañera de equipo en el Movistar. «Éramos dos campeones del mundo y nos juntamos rápido; ella es más exigente, más competitiva, ella me empuja a hacerlo mejor y te quita la pereza».
Romeo tiene que compartir pelotón con monstruos comol Pogacar, Evenepoel o Van del Poel. «Para cualquier deporte es importante tener figuras, referentes que trasciendan, y más aún cuando son buenos ciclistas y buena gente. Gracias a ellos el ciclismo tiene más foco; es como cuando había un Messi-Cristiano o un Michael Jordan, son figuras que trascienden el deporte particular y es mejor para el ciclismo... y malo para los que quieran ganar el Tour en los próximos cuatro o cinco años».
El vallisoletano reconoció que Tadej Pogacar y Remco Evenepoel "están a otro nivel" y son inabordables, y sobre el esloveno del UAE -indicustible número 1 del ranking mundial- dijo que “es un privilegio correr con Pogacar, pero también es un martirio”.
Ortega y Ares compararon el ciclismo de antes con el de ahora, con la manera de narrar las carreras y del contacto con el pelotón, «ahora estoy más informado que antes, pero los enviados especiales no ven a los ciclistas en una carrera; si pides permiso para hacer una entrevista quizá te lo conceden», señaló Ares. Para finalziar Iván Romeo ensalzó carreras como el Tour de Flandes, «Bélgica es otra cosa, con audiencias televisivas del ochenta por ciento; el día que presentaron la carrera hacía mucho frío, llovía, y había más de ochenta mil personas en la plaza». Una prueba que, al igual que la París-Roubaix, le pilla un poco lejos, centrándose de momento más en carreras como la París-Niza.
